Alfaro

Calor y frío en un aparato

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En cuestiones de climatización, la elección del sistema es clave para asegurarte un nivel de confort adecuado y consumo lo más eficiente posible. Precisamente en climas con inviernos suaves es donde mejor funcionan los dispositivos frío/calor más conocidos, que no dejan de ser aires acondicionados que incorporan un sistema de bomba de calor. De hecho, la mayoría de los fabricantes ofrecen ya modelos que combinan ambas prestaciones.

El poder de la tierra

Los precios dependen del modelo y, sobre todo, del espacio que debas climatizar, ya que no es lo mismo climatizar un apartamento diáfano que una casa de 90 metros cuadrados con diversas estancias. Estos sistemas suelen constar de al menos dos aparatos: el condensador, que se coloca fuera de la casa, en el techo o la pared, y los splits o cassettes que se ubican en las diferentes habitaciones bien en el techo o bien en la pared.

Existe otra alternativa, de instalación más costosa pero más eficiente y que evita colocar diferentes climatizadores en las paredes de tu casa. Se trata de un sistema de conductos o tuberías, por los que se distribuye el calor o el frío, que se comunican con rejillas o difusores; o mediante tubos con agua caliente a través de los cuales se hace pasar aire.

Dicen los expertos que las bombas frío/calor tienen su mayor ventaja en su alta eficiencia: por cada Kilowatio/hora de electricidad consumida, son capaces de transferir entre 2 y 4 KWh de calor. Su mayor inconveniente reside en que, a temperaturas exteriores muy frías, el aparato se ve obligado a consumir mucho para captar el calor del ambiente exterior. En este caso, de hecho, algunos modelos recurren a resistencias eléctricas de apoyo.

Y, ojo, también puedes encontrar en el mercado bombas propulsadas por gas, más eficientes

y potentes que las eléctricas.

Ventajas

El giro que vive el sector de la climatización hacia las renovables han puesto de nuevo en el punto de mira a la geotermia, sistemas que aprovechan la temperatura constante que el suelo tiene durante todo el año. ¿Has pensado alguna vez que las cuevas son lugares cálidos en invierno y frescos en verano? Las bombas de calor geotérmicas son, en realidad, dispositivos eléctricos que incorporan un intercambiador enterrado, que es el que permite el intercambio de calor con el suelo se efectúe. El intercambiador son, en realidad, tuberías de gran resistencia por las que circula agua o un líquido acuoso que facilita el intercambio.

Esta solución, que incluso puede instalarse en edificios construidos, supone una alternativa para combinar en un único sistema calefacción, aire acondicionado y, en este caso, agua caliente sanitaria.

Limitaciones

La gran ventaja de la bomba de calor reside en su eficiencia energética en calefacción, puesto que es capaz de aportar más energía que la que consume, aproximadamente entre 2 y 3 veces más. Esto es así porque el equipo recupera energía gratuita del ambiente exterior y la incorpora como energía útil para calefacción. Por tanto, para lograr el mismo efecto consume menos energía que otros aparatos o sistemas de calefacción y, lógicamente, el coste de calefacción es también más reducido, en línea con los sistemas más competitivos.

Reúne dos servicios en un solo aparato y una sola instalación,

lo que limita la inversión necesaria y simplifica las instalaciones.

Existe una gran variedad de marcas y modelos que facilitan

la colocación en distintos lugares: pared, techo, suelo, etc.

Son equipos que funcionan prácticamente sin mantenimiento, salvo la limpieza periódica del filtro de aire.