Cada año viene a nacer
la Esperanza en La Ribera
envuelta de villancicos
y vinos de nuestra tierra.
Y a pesar de los pesares,
de olvidos y consecuencias,
desigualdades y paros
y que crezcan nuestras quejas,
hay “Autobús de la Vida”,
corazones de nobleza,
activa Universidad,
nuestro hospital no se llevan,
hay Puerto y Alimentaria,
Conservatorio que suena,
un comedor solidario,
ganas de hacer cosas buenas,
vacunas que ahora pagan
a pesar de la pobreza,
una Ribera que crece,
nacimiento hasta de Empresas,
alabanza a las verduras,
monumentos de excelencia,
hermosura en nuestros pueblos,
turismo que se incrementa.
Hay turrones y regalos
y del Niño su presencia.
Ah, y si alguien aún lo duda,
vendrá el agua a La Ribera.
Y en cada entraña un belén,
con luces de las estrellas,
va haciendo con ilusión
la Navidad verdadera.
Roberto Simón Romano