Corella

Bodas de plata del colectivo La Mejana

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El próximo 30 de octubre será un día muy especial para un buen grupo de vecinas de la capital ribera. Y es que soplarán las velas para celebrar el 25 aniversario del Colectivo Cultural Popular de la Mujer La Mejana, compuesto por las tres asociaciones de féminas de la ciudad: Tazón Santa Ana, Lourdes y Griseras. Según las organizadoras han preparado “poca cosa, porque no tenemos un duro”, pero se trata de unas actividades con las que repasan tanto sus años como colectivo, como los de las asociaciones por separado, una historia que se remonta hasta el año 1962 (ó 63, porque las fechas bailan para sus protagonistas).

Los inicios de los centros

En concreto, están preparando una exposición de fotos, que inaugurarán a las 10.30 horas, y está previsto que Milagros Rubio, “poeta y amiga que ha sido testigo de nuestra trayectoria”, comentan, protagonice la charla “El camino recorrido”, en la que también participarán las tres asociaciones. Después, se relajará el ambiente con un café con pastas y se pasará a la lectura de escritos (poesías, valoraciones...) realizados por familiares de las asociadas. Todas estas actividades, que se desarrollarán en el Centro Cívico de Lourdes, finalizarán con la proyección del DVD “Historia de las asociaciones”, que se realizó durante el XII Encuentro de Mujeres rurales celebrado este año en Tudela. Una comida de hermandad, en un restaurante aún por determinar, echará el cierre de la jornada.

El por qué

A principios de los años 60 surgió el primero de los centros, el del Tazón Santa Ana, que en la actualidad cuenta con más de 100 socias, y que, en un primer momento, se trató de “una escuela para alfabetizar. Acción Católica recogían dinero entonces para culturizar a las mujeres”, recordaba Irene López.

“Al contagio de éstas” se creó el de Lourdes, que cuenta con unas 150 mujeres y, poco después, llegó la ruptura con Acción Católica. “Hicieron unos estatutos terribles y nos revelamos. No sólo aquí, en toda España. Nos quedamos con los centros y llegó la época de Masierga”, apuntaba. Masierga era una editorial de libros de texto que fueron utilizados por la mayoría de las mujeres pertenecientes a los centros. “Se creó un ambiente y un espíritu que también se trasladó a todas partes y se veía en los cursos de vainica y en todo. Era una metodología que trataba de que todo lo hiciera la persona, de que se recapacitara...”, afirmaba López. “Aquello fue muy válido para las mujeres”, apuntaba Tere Lainez. “Incluso algunas conseguimos sacarnos el graduado”, corroboraba Coral Ortega. Poco después llegó el centro de Griseras, que tiene unas 40 socias y, más tarde, el colectivo.

Cambios

En 1984 comenzó a fraguarse la idea de unir las tres asociaciones (que en sus primeros compases se denominaban centros de cultura popular y formación femenina). “Pensamos que iba a ser bueno para contrastar cosas, pasarnos experiencias, ayudarnos y para figurar como entidad”, indicaba Irene López. “En La Mejana se cultivan los huerticos con mucho mimo, con cuidado. Y eso es lo que creemos que son los centros para nosotras, de ahí el nombre”, añadía. Y no es para menos, las socias tienen a su alcance diversos cursos, desde manualidades y labores artesanales, dibujo y pintura, disfraces o cocina, hasta debates y charlas, gimnasia, teatro y excursiones.