Julián López Lafuente, ingeniero técnico en Informática de Gestión, es uno de los diez finalistas en la iniciativa puesta en marcha por Microsoft "Tech Talent 4 Good", un programa que ofrece a jóvenes europeos la oportunidad de aplicar sus habilidades tecnológicas y formar parte de ONG de "alcance mundial".
Este navarro de 27 años ha sido seleccionado tras superar una competitiva fase previa como uno de los diez talentos europeos más destacados para impulsar el "positivo impacto" que la tecnología genera en la actividad diaria de organizaciones sin ánimo de lucro.
En este sentido, Carlos de la Iglesia, director de Desarrollo Corporativo de Microsoft quiso resaltar la importancia de mejorar la empleabilidad. "Queremos poner al alcance de los jóvenes el mayor número de oportunidades que favorezcan su crecimiento y su solidaridad", dijo. "Es una unión que podrá ayudar a inspirar nuevas e innovadoras ideas", añadieron desde Save the Children.
Además de esta ONG, participan en la iniciativa Cáritas Europa, Concern Worldwide, Junior Achievement Young Enterprise, INHOPE, SOS Children"s Villages, Transparency International, Special Olympics Europe/Asia y la Federación Internacional de Sociedades de Cruz Roja y Media Luna Roja.
Sin esperarlo, logró aunar sus tres inquietudes. Encontró trabajo en el extranjero, tuvo la oportunidad de mejorar su nivel de inglés y coopera con una ONG. El tudelano Julián López Lafuente se encuentra en Londres disfrutando de la recta final de una beca europea. Este informático de gestión de 27 años y licenciado por la UNED fue uno de los diez seleccionados para trabajar con la ONG Save the Children.
No todo el mundo puede decir que ha logrado una beca europea al talento. ¿Cómo se siente?
Es una experiencia increíble. Creo que ahora, cuando apenas me quedan un par de semanas para volver a casa, comienzo a asimilar todo lo que estoy viviendo.
¿Tenía alguna esperanza de poder ser seleccionado?
Cuando presenté el proyecto en enero es cierto que tenía cierta esperanza, pero también sabía que era muy difícil. Fue una sorpresa, también para mi círculo más cercano.
¿Cuándo se trasladó a Londres?
Fue en junio, porque la beca solo tiene una duración de dos meses. Es la parte negativa. Pero antes de ir, nos concentraron en Bruselas durante tres días a los diez seleccionados. Más que nada para conocernos.
Son diez las ONG adheridas al proyecto que abandera Microsoft. ¿Por qué Save the Children?
Hicimos un proyecto y fue la empresa la que decidió dónde íbamos a cursar la beca según las habilidades de cada uno.
En su caso...
Mi trabajo es puramente informático. Me encargo de actualizar los sistemas, instalar nuevos software y ayudar a solventar las dudas que surgen sobre el funcionamiento de los nuevos programas.
Durante su estancia, ¿ha vivido alguna otra experiencia relacionada con su trabajo?
Tuve la oportunidad de visitar la sede central de Microsoft. No soy una de esas personas que tratarían de ir por todos los medios, pero reconozco que es una barbaridad todo lo que tienen ahí. De película.
¿Le gustaría quedarse trabajando en Londres?
Sí. Estoy intentando alargar mi estancia aquí porque pienso que es una gran oportunidad, laboral y humanitaria. Pero es complicado. No sé si podré, pero lo voy a seguir intentando.
