Positivo. Ese es el balance que arroja la nueva Variante Este de Tudela durante sus dos primeras semanas en funcionamiento. Desde que fuera abierta al público el pasado 22 de febrero, los riberos cuentan con una nueva alternativa a la hora de realizar desplazamientos entre localidades de las dos márgenes del Ebro. “Es algo que supone un beneficio total. A la hora de ir a Pamplona no hay que hacer una ele para salir al cruce de Ejea. Ahora con la nueva variante llegas en un momento”, explicó Ana María Rodríguez, alcaldesa de Cabanillas, quien señaló que hasta la construcción de esta nueva infraestructura “Cabanillas y Fustiñana se estaban quedando solas”.
Menos tráfico
La primera edil no sólo se refirió a los beneficios en cuanto a comunicaciones que la nueva dotación había supuesto a la localidad, sino que también hizo referencia a los beneficios económicos que había reportado a la localidad ribera, ya que son muchas las empresas que se interesan por el polígono industrial cabanillero. “Si cuando empezaron las obras, comenzamos a notar el interés de ciertas empresas, ahora que han acabado todos los días atendemos llamadas en el Ayuntamiento”, comentó la primera edil.
Los efectos de la Variante y el segundo puente sobre el río Ebro también se han dejado notar en la capital ribera, por donde ya no circulan camiones de gran tonelaje que pasan por Pamplona y Zaragoza al prohibir el acceso varias señales a la altura del cruce de Ejea de los Caballeros y del hipermercado Eroski. “Hay que valorarlo más en el tiempo, pero yo creo que podemos ser optimistas, ya que el tema de los camiones es notorio y no se ven tantos como antes”, apuntó José Ángel Santamaría, jefe de la Policía Municipal de Tudela, quien también comentó que se había percibido un descenso en el número de vehículos.
