Corella

Bailar pegados es bailar...

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Los bailes de salón , lejos del individualismo, nos permiten compartir nuestro ocio con nuestra propia pareja. Además de aprender este o aquel baile o técnica, esta actividad puede ayudarnos a conocer gente nueva, a mejorar la forma física y a conseguir que nos relajemos.

“Practicando bailes de salón se te olvida todo. estás tan concentrado en los pasos, en llevar el ritmo y en escuchar la música, que es una terapia estupenda contra el estrés y las preocupaciones. De hecho, a muchas personas se les recomienda ir a bailar”, indica Lourdes Ortiz, profesora de baile y miembro de la Asociación Ribernavarra de Bailes de Salón.

En los últimos meses las escuelas dedicadas a esta actividad han apreciado un incremento del interés de la gente hacia el baile.”La televisión, con programas de famosos como Mira quien baila, han contribuido mucho a ello”, mantiene Ortiz. De la misma opinión es Antonio Madurga, de la academia Ritmos quien, no obstante, quiere puntualizar que “este programa también ha hecho mucho daño, porque algunas personas acuden con una idea preconcebida de que con unas pocas sesiones van a aprender a bailar. Y por lo menos se requiere un curso completo”, explica.

Un arte

Los bailes que más éxito tienen son los latinos. Y parte de culpa reside en la inmigración. “Los colombianos, por ejemplo en Tudela han tomado la bandera de los bailes tropicales, pero lo hacen de forma muy casera y popular, sin figuras”, indica Madurga.

La danza clásica, la contemporánea, el funky o la danza del vientre son otras disciplinas del baile no menos divertidas y atractivas.