Cintruénigo

Avalancha de comerciales de turno

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Quiero empezar este artículo contando mi experiencia personal como asesor en el sector energético. En 2010 empecé la puerta fría con Iberdrola. La oferta que ofrecíamos consistía en pasar a los clientes de la TUR a mercado libre. Casi no tenía competencia. Aplicábamos un 10% en el término fijo y congelábamos el precio del kw durante 2 años.

¿Ya os suena verdad?

Después de meses trabajando dicha oferta, habiendo prosperado en conocimientos, comprobé de primera mano, que el cliente no ahorraba. Era una oferta “de palo”. Indignado decidí dejarlo. Marché a Londres y Cuando regresé a primeros de 2012 miré de nuevo las ofertas laborales por Internet, y realmente me impactó que se habían multiplicado por 10 las ofertas de este tipo de empleo. Entonces decidí que quería emprender lo mismo, pero de una manera honesta.

Me formé previamente acerca del mercado eléctrico. De cómo funciona. De cómo se determina el precio de la luz. De cómo interpretar todo tipo de facturas. De cuál era la mejor oferta del mercado. Suponía una labor de verdadera actualización diaria, ya que el mercado eléctrico es un sector muy competitivo, complejo y cambiante. Me centré no sólo en hogares, también en empresas.

¿Pero cuál fue mi gran problema inicial al empezar a emprender mi nuevo proyecto? Que la calle estaba trilladísima. Cientos de comerciales habían dejado un panorama desolador, y lo que era peor, cada vez había más comerciales que se aventuraban a trabajar en este sector sin ningún tipo de profesionalidad ni formación previa. La competencia era increíblemente fuerte y desleal.

Cada vez es mayor el volumen de comerciales en la calle que van rotando, con una media de duración de actividad de un mes. Muchos de ellos de un solo día

 A día de hoy cada usuario con Luz y Gas, ha sido cambiado por un comercial de turno sin ser avisado de que tiene que darse de baja del servicio de mantenimiento de la caldera.

Desde Zoahorro atendemos a clientes con hasta 3 servicios de mantenimiento solapados. Casi todas las empresas han recibido alguna vez una penalización por cambiarse a otra compañía. Muchas ofertas que se ofrecen son penosas. Muchos consumidores ni siquiera saben con qué compañía están. Y lo que es peor aún, otros tantos son cambiados a otras compañías sin su consentimiento ya que sus datos y documentación está en manos de estos comerciales de turno y van cediéndose a unos y a otros.

Antes de atender a un comercial, lo primero que hay que hacer es cerciorarse de si sabe de qué habla. Si demuestra profesionalidad en lo que propone. Pedirle por escrito una propuesta de ahorro y una exhaustiva explicación de por qué lo que viene ofreciendo es mejor que lo que se tiene actualmente. Y sobre todo, referencias. ¿Quién es? ¿Para quién trabaja? Revisar su acreditación y hacerse una copia. Pedirle su DNI y cotejarlo con su acreditación. Solicitar una copia de lo que se firma. Y comprobar que no nos ha metido ningún servicio de valor añadido. Comprobar su nº de móvil. Su tarjeta de visita, que casi ninguno lleva, es imprescindible.

Somos pocos los que, desde el día que empezamos en este mercado, seguimos prosperando velando por los intereses del cliente. Trabajando a través de un código ético de buenas prácticas. Con honestidad y con transparencia. Y, sobre todo, siendo asesor energético personal, y no un comercial de turno que se desplaza 100 kilómetros para trillar una zona, desapareciendo para siempre y no dando una solución al tremendo problema que le está generando a su cliente, es decir, a su presa.

No quiero juzgar a una serie de inocentes chavales que realmente al igual que cuando empecé yo, no saben qué están haciendo. Son simplemente títeres de unas fuerzas de ventas modestas que directamente trabajan para una compañía eléctrica. Incentivados con una compensación económica atractiva y sometidos a unas directrices y objetivos de ventas a régimen de explotación.

No es culpa de ellos. La responsabilidad directa, a semejante desfalco, es de las compañías eléctricas, que nos estafan directamente a través de unos precios desorbitados, e indirectamente a través de una mala praxis por parte de sus agentes temporales subcontratados.

No quiero tampoco con este artículo sembrar el pánico, simplemente quiero concienciar al consumidor de que dejar su contrato y su dinero en manos de un comercial de turno, no es la opción más inteligente. Por ello, desde Zoahorro les animamos a que os paséis por nuestras oficinas u os pongáis en contacto con nosotros, donde se os ofrecerá un trato directo, transparente y cercano, y desde donde os realizaremos una propuesta de ahorro comparativa, seria y profesional, ofreciéndoos un servicio postventa y de revisión de contrato y seguimiento, realmente comprometido y de calidad, todo ello sin ningún coste.

Javier Trincado Rincón

Asesoría de Ahorro en Facturas

www.zoahorro.com