Tarazona

Asignatura pendiente

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La verdura, junto con la fruta, es la asignatura pendiente en la alimentación infantil, y también de una parte de los jóvenes. Las encuestas sobre Hábitos Alimentarios en la Infancia y la Adolescencia dejan constancia de que el consumo de los citados alimentos entre personas de 2 a 24 años es insuficiente.

Y ello, a pesar de que un plan dietético equilibrado es imprescindible, sobre todo en las edades más tempranas, ya que permite a los niños alcanzar su crecimiento y potenciales de desarrollo máximos, y les ayuda a prevenir enfermedades importantes en la edad adulta.

En opinión el Dr. Cenzano, pediatra del Centro de Salud Santa Ana de Tudela, la disminución del consumo habitual de las frutas y verduras no sólo afecta a los niños y a los jóvenes, “ya que en general, en las familias se tiende a comer menos estos alimentos”, lo que repercute en los niños, “sobre todo en las edades a las que ya van al colegio, pues la alimentación en los bebés (purés de verdura con carne o pescado y de frutas) está muy bien controlada por las madres”, asegura este médico.

A juicio del Dr. Cenzano, si los padres son inflexibles en situaciones que implican un riesgo real para sus hijos, como dejarles cruzar solos una calle, “lo deben ser igual con su alimentación, imponiendo una disciplina, ya que la verdura nos aporta minerales, vitaminas y oligoelementos, de gran importancia para el organismo”.

Como guarnición

Al dicho de somos lo que comemos, el Dr. Cenzano añade: “y lo que han comido nuestros padres y abuelos”; así que es de gran relevancia que los niños tengan una disciplina alimentaria, “ya que lo que comemos va a prevalecer en el tiempo, hasta el final de nuestros días”, indica el pediatra.

Para fomentar el consumo de verduras entre los más pequeños, la imaginación y el buen gusto son dos armas fundamentales. Las verduras se pueden preparar de cientos de formas diferentes y combinan con todos y cada uno de los alimentos.

Las pizzas, brochetas, lasañas y canelones, y las tortillas son algunas modalidades culinarias en las que se puede jugar muy bien con las verduras, sin que los pequeños deban enfrentarse a su sabor en toda su plenitud.

Las empresas que sirven los menús de los comedores escolares conocen muy bien estos trucos y se preocupan de fomentar el consumo de verdura entre los niños.

Es el caso de la empresa navarra Jangarria, proveedor de varios comedores de la Ribera, y que incluye las verduras en los menús, de primer plato, dos veces a la semana, y como guarnición de segundos platos, dos o tres veces por semana.

Para acostumbrar a los niños a introducir los vegetales en su dieta, “intentamos conjugar los platos de menos aceptación con los que más gustan, de forma que los comensales sean recompensados: si te comes la borraja, te daré más albóndigas”, señalan desde los servicios pedagógicos y de calidad de la empresa.

Las ensaladas, “que a principio de curso parecen imposibles, a base de presentarlas siempre en el plato como guarnición, terminan comiéndolas a gusto”, aseguran. A juicio de estos profesionales, “es importante insistir en que prueben todos los alimentos para ir incorporando sabores nuevos a su dieta”. Una de las formas para que los niños coman verduras, “es introducirla con alimentos que les gustan, como la paella, los espaguetis, las albóndigas (con salsa de verduras).