Tudela

Aprender y divertirse sin agobios

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En principio, las clases extraescolares son positivas para los chavales, ya que les ayudan a desconectar de lo puramente académico y a desarrollar otras facetas más lúdicas, artísticas o deportivas.

“El problema puede aparecer cuando esta actividades son excesivas -explican Ana Córdoba y Beatriz Palacios, del gabinete pedagógico A&B- porque hay chavales que van corriendo de una actividad a otra”. Incluso se da el caso de que algunos niños no tienen tiempo para las tareas del colegio. “En este sentido, es importante que el niño sepa estudiar, para que le cunda el tiempo y pueda disfrutar de otras actividades. Por eso, una de las clases extraescolares a la que deberían acudir es a técnicas de estudio”.

Elegir lo que nos gusta

En cuanto a qué actividades son preferibles para los niños, esto depende del pequeño: “Cada uno tiene facilidad para una cosa -aseguran las pedagogas-. Hay niños muy movidos que necesitan desfogarse y lo mejor es apuntarlos a algún deporte. Otros tienen más sensibilidad musical, o para la pintura. Hay que pensar siempre en lo que el niño quiere, dejarle elegir. No hay que apuntarlo a inglés o informática porque sí, si no va mal en el colegio. Es preferible que disfrute de algo lúdico”.

Los adultos también pueden tomarse este comienzo de curso como un momento para encontrar nuevas aficiones, poner el cuerpo en forma o aprender cosas nuevas. “Lo importante -asegura la psicóloga Sara Libedinsky-, es elegir una actividad que realmente vaya a ser satisfactoria, que suponga un enriquecimiento personal y verdaderamente se disfrute con ello. No debemos buscar algo forzado, por ejemplo, hacer gimnasia porque creemos que es lo que hay que hacer. Al contrario, hay que buscar una liberación de lo cotidiano. Ya tenemos suficientes obligaciones”.