Así lo indicó el consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, en su visita a Ejea., explicando el acuerdo alcanzado por el Consejo de Gobierno de Aragón.“Este acuerdo es la respuesta a las peticiones de los alcaldes de Sobradiel, Boquiñeni, Pradilla y los de las poblaciones ribereñas cuyos núcleos urbanos suelen estar afectados cuando hay una crecida del Ebro”, afirmó. Además recordó que “éstos se quejan con frecuencia de que el Ebro hay que dragarlo para que discurra lejos de los cascos urbanos”. En este sentido, defendió que “esto hay que hacerlo de forma sostenible”. Por último, señaló que “las directivas europeas contemplan que el único proyecto para el que no hace falta evaluación de impacto medioambiental sea por razones imperiosas de interés público”.El acuerdo del Consejo de Gobierno “insta a la CHE para que, desde un planteamiento integral y de acuerdo con el principio de unidad de cuenca, adopte las medidas pertinentes para evitar los efectos negativos causados por las inundaciones, y se acuerda facilitar la tramitación de los procedimientos y la emisión de informes que sean competencia de la Comunidad Autónoma de Aragón”, indica en una nota informativa.Por otro lado, la CHE recuerda que “los seguros agrarios cubren ya los daños por anegación en los terrenos de las áreas de inundabilidad controlada de la Confederación del Ebro”.
