Tudela

El Ángel de Tudela se vistió, pero no voló

Aimar Sánchez Jiménez, acompañado de su familia y del matrimonio Vallejo-Arregui

La pandemia frustró su sueño y ahora Aimar, “el Ángel inolvidable”, cumplió su deseo y el de su familia con un emotivo reportaje fotográfico.

La familia Vallejo-Arregui es la encargada de todos los preparativos que comienzan meses antes de la Semana Santa. Ana María Arregui, junto a su marido Miguel Ángel Vallejo, es la heredera de esta tradición familiar llevada a cabo hasta 1997 por su tía María Álava Alba. Ésta, junto con su madre, Rosa Alba, ostentaron la responsabilidad del acto durante 138 años. 

En la mañana del pasado sábado 21 de agosto el matrimonio quiso cumplir con un deseo de Aimar Sánchez Jiménez y su familia que consistió en realizar un reportaje fotográfico y un pequeño video simulando vestirlo de Ángel para que, de alguna forma, tuviese un recuerdo para toda la vida y que complementase todos los momentos vividos en su relación con el Ángel de Tudela.

La familia contactó con Blanca Aldanondo para que hiciera el reportaje y con el matrimonio Vallejo-Arregui para pedirles permiso para hacerlo en su casa y utilizar la ropa y los utensilios de la ceremonia. 

Puntualmente llegó Aimar a casa de los Vallejo-Arregui acompañado de su hermano Iker, su madre Virginia y su abuela M.ª José, que le acompañó a todos los ensayos. 

Ana M.ª Arregui había preparado en la mesa de la habitación, donde se viste al protagonista la mañana del Domingo de Resurrección, todos los elementos necesarios para la ceremonia, incluida la foto de María Álava. Una vez planificado el reportaje por parte de Blanca Aldanondo, la fotógrafa empezó a darle forma. Arregui y Vallejo fueron vistiendo a Aimar: calzón, camiseta, vestido, alas, cíngulo, corona, aleluyas y, a continuación, se hizo varias fotos con la familia y con el matrimonio Vallejo-Arregui, mientras ponía especial hincapié en el grito, en lanzar las aleluyas, en el velo de la Virgen y en el estandarte que lleva en la procesión.

Fueron unos momentos muy intensos y muy emotivos porque se pudo revivir, el año de la suplencia, los dos años sin Ángel y tanto Ana M.ª Arregui como Miguel Vallejo fueron partícipes de las ganas que Aimar tenía de ser el Ángel de 2020 y luego de 2021 y de lo que finalmente no ha perdido él si no toda Tudela. “Desde el primer momento nos mostró, sus ganas, su afición, su inteligencia, su educación, siempre contento y comunicador. Un verdadero lujo el tiempo que estuvimos juntos”, declaró el matrimonio Vallejo-Arregui.

Un Ángel que no ha volado en la plaza de los Fueros pero que, sin duda, ocupará un lugar muy importante en su historia.