Los pasados 27 y 28 de noviembre los alumnos de la asignatura Historia a través del arte, cine y rock desde los años 50, junto con los profesores Francisco Santos y Julián Berruete, visitaron el taller del artista cascantino Javier Hernández Soria.
Allí pudieron contemplar buena parte de su obra y sobre todo la evolución de la misma: desde sus comienzos alineado con el arte figurativo, hasta su descubrimiento de la abstracción. Además de su obra pictórica, el artista mostró su incursión en la escultura de madera de olivo y sus trabajos con el hierro. Por otra parte, en su periplo vital hay un periodo entrañable dedicado a Mali dentro de su experiencia africana. De este modo, el alumnado pudo observar sus cuadros de tierra roja del desierto y también los gritos desgarradores de la pobreza del pueblo Tuareg, a través de su pinturas inspiradas en el país y en el desierto.
En su trayectoria no falta la luz que recoge del Valle del Queiles y que reproduce sensorialmente en sus cuadros de forma sistemática. El alumnado disfrutó mucho de esta visita al taller de Javier Hernández Soria, lugar que es la esencia del artista al fin y al cabo y que fue mostrado a los visitantes con todo lujo de detalles. Destacan en él dos enormes ventanales que recogen y abrigan esa luz tan necesaria para la inspiración de un artista en simbiosis con su entorno.
En la evolución del cascantino juega un papel importante su amistad con Miquel Barceló que le ha llevado a auscultar otras técnicas y, sobre todo, ha logrado con el arte abstracto la plasmación del fluir del alma de un artista comprometido con el arte y con la vida. Su optimismo y vitalidad contagiaron al alumnado y sus explicaciones sencillas y amenas les acercaron el mundo del arte de una manera más eficaz que una clase teórica impartida en el centro.
