Erla

Alimentarse para prevenir

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De todos es sabido que una dieta correcta, y más si sigue las directrices de la mediterránea, es buena para la salud, hasta el punto de que puede llegar a prevenir ciertas enfermedades como las cardiovasculares e incluso el cáncer. Y es que la relación entre alimentación y salud es tan estrecha que los cambios en los estilos de vida, antaño más saludables, provoca también sus correlativos cambios en la medicina.

“En España se ha introducido la dieta americana, basada en la comida rápida, es decir, hamburguesas, pizzas, perritos calientes... algo que ha cambiado los hábitos de vida que teníamos”, señala la doctora Murillo, responsable del servicio de Oncología del Hospital Reina Sofía de Tudela. Estas nuevas formas de alimentación son señaladas por los investigadores como uno de los factores del aumento de los tipos y de los casos de tumoración. Por eso el papel que juega la alimentación como factor de riesgo en el desarrollo del cáncer está plenamente aceptado por los organismos sanitarios internacionales.

De esta manera y partiendo de la evidencia científica de una base genética del cáncer que se desencadena en función de factores medioambientales y de estilos de vida, los médicos recomiendan una vuelta hacia la dieta mediterránea, rica en frutas y verduras. El papel que juega la alimentación como inductora de determinados tipos de tumores, es significativo en los de aparato digestivo, como los gastrointestinales. “Sabemos que la vitamina A, previene, pero no se sabe la dosis ni el tiempo necesario.

Propiedades de la verdura

Por eso es beneficioso en todas las tumoraciones cambiar las grasas saturadas por la fibra y las vitaminas”, recalca la doctora Murillo.