Tudela

Alimentación y ciclos de la vida

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En la tierra existen muchos tipos de alimentación dependiendo del lugar, clima, grupo social, ideología o religión. La larga presencia del ser humano sobre la tierra demuestra su extraordinaria capacidad de adaptación frente a la disponibilidad de recursos, ya que ha sobrevivido tanto con una alimentación exclusivamente vegetal como carnívora. Lo más importante en la alimentación es mantener el equilibrio.

Hay una dieta equilibrada y unos aspectos generales para todas las personas, y luego hay unas especificaciones dependiendo de la situación personal. Del análisis de la alimentación que llevamos actualmente se puede deducir que comemos en exceso ciertos alimentos (precocinados y envasados, dulces, carnes, embutidos...) y presentamos carencia de otros (hortalizas frescas, cereales integrales, legumbres...). Por ello, es importante tener en cuenta ciertos aspectos: no comer rápido, sino masticar muy bien todos los alimentos, ya que la digestión comienza en la boca; comer lo más tranquilos y relajados que podamos; ingerir alimentos de la época del año en que nos encontremos; conviene no abusar de los fritos y utilizar un buen aceite para la fritura (el más idóneo es el aceite de oliva virgen); hay que comer la cantidad que nos pida el cuerpo, sin quedarnos demasiado llenos; y no beber apenas en las comidas.

Estas son unas generalidades para todas las personas, pero existen unas características dependiendo del ciclo de la vida en la que nos encontremos. Vamos a dar unas pinceladas:

-Infancia: la leche materna será el alimento de los primeros meses, y si puede ser prolongada a la vez que se introducen otras comidas, mucho mejor. En esta época están creciendo y desarrollando los huesos, músculos y sangre, por lo que se necesita más alimento que los adultos en proporción al peso. Es una época decisiva para adquirir unos hábitos saludables, evitaremos así la obesidad y muchas enfermedades relacionadas con la alimentación. Además, se sabe con certeza que los hábitos, gustos y aversiones se establecen bien en los primeros años y se llevan durante toda la edad adulta, en donde es frecuente que haya resistencia o dificultad para cambiar.

-Embarazo y lactancia: la alimentación en esta época será vital para que la madre esté saludable y el niño se desarrolle bien. Es importante no hacer cambios bruscos en esta época (dietas de adelgazamiento) ya que pueden ser nocivos para el feto. La cantidad a comer será mayor en esta época, seguiremos lo que nos pida el cuerpo. La proporción de los alimentos será parecida, aumentando las necesidades de proteínas y algunos minerales como calcio, magnesio y hierro.

-Tercera Edad: el envejecimiento se caracteriza por una pérdida progresiva de la masa corporal magra y por cambios en la mayor parte de los sistemas corporales. Normalmente el apetito disminuye, se suele cambiar el sentido del gusto y disminuye la sensibilidad a los sabores dulce y salado.