Tudela

Algo más que parques para Castejón

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El pasado 21 de septiembre, toda la Ribera se vio afectada por una fuerte tormenta. Como consecuencia, un grupo de vecinos de la villa ferroviaria tuvo que remangarse los pantalones, botas de goma en mano y armarse de paciencia para achicar el agua que anegó buena parte de sus propiedades, en las calles Ramón y Cajal, Iñigo Arista y Raimundo Lanas. En protesta por este capítulo, que no era la primera vez que se vivía en estos barrios, los vecinos iniciaron una recogida de firmas que ha sido apoyada por 184 personas y que ya está registrada en el Ayuntamiento, a la espera, comentan, de que se escuchen sus demandas, se ponga fin definitivamente a sus problemas o, cuando menos, se apliquen medidas preventivas de cara a poder conciliar el sueño en época de tormentas.

Otras necesidades

La mencionada avenida cubrió de agua buena parte de los vehículos que en ese momento se encontraban a la intemperie, alcanzando los 40 centímetros de altura. Además, se contabilizaron otros daños materiales que, en unos casos, serán cubiertos por los seguros y en otros, no. En esta tesitura se encuentran Jordi Dalmau y su mujer, Emi Aperte. Sus coches resultaron dañados, pero ahora el Consistorio se niega a abonar el importe del arreglo alegando que “el alcantarillado se encuentra en buen estado y, dado que esa noche cayeron en Castejón 64 litros por metro cuadrado, no se puede achacar los daños al mal estado del alcantarillado”, tal y como se recoge en la desestimación recibida por los afectados el pasado jueves día 19. Justo un día más tarde de que el alcalde de la villa ferroviaria, Javier Sanz, mantuviera con ellos y con otros afectados una reunión en la que, según indican, “nos dijo que no había ningún problema, que el asunto iba a ser debatido en el pleno del próximo día 30, pero que los trabajos que se requiera realizar en la zona para que no vuelva a ocurrir algo similar se adelantarían si fuera necesario. ¿Qué está pasando entonces?, ¿a quién pretenden engañar?”, se preguntan los castejoneros.. Y es que, “están hartos”, dicen de tener que soportar una situación que, lejos de ser nueva, se remonta a hace 15 años. “No es que el alcantarillado esté en malas condiciones, sino que resulta insuficiente cuando llueve tanto, y lo que sí está, es mal conservado. Nadie se preocupa de su limpieza y las salidas están obstruidas”, dice Dalmau. Jesús Álvarez va más lejos. “Después de presentar varias quejas, no sólo no se ha puesto remedio, sino que se han construido nuevas infraestructuras, como este precioso parque, sin hacer un plan de salida de aguas. Se ha logrado un embalse”, apunta.

Fuera de estos 3 barrios la mayor parte de los habitantes se congratula del cambio de aspecto que ha experimentado el municipio en los últimos tiempos. A mejor, claro. “Loc cierto es que sí, que nuestro pueblo ha mejorado mucho en los últimos tiempos”, dice Alfredo Garde Abad, de 81 años de edad, quien se niega a relacionar este cambio con la implantación de las centrales. “Los beneficios de las centrales ahí están, pero no es cierto que este pueblo se esté levantando gracias a las centrales. Lo pagamos todos”, comenta. De ahí su demanda: “contribuciones más bajas y mayores pensiones para viudas y jubilados. Que los parques están muy bien pero también hay gente pobre aquí ”.