Los alfareños han tomado sus calles durante estos días para disfrutar con toda la intensidad de sus fiestas por San Roque y San Ezequiel. Un multitudinario, bullicioso y colorido chupinazo inició estas fiestas en el mediodía del 14 de agosto, jornada en la que los alfareños invadieron con sus brindis y bailes las calles, hasta el colofón con el gran concierto de Loquillo.
Tras imponer el sábado el pañuelillo a los nacidos en el 2014 para involucrarlos en el espíritu festivo, el día grande llegó el domingo con la misa y la procesión en honor a los santos patronos, a quienes acompañaron cientos de vecinos, las autoridades regionales y locales y los grupos de danzas locales y la comparsa de gigantes.
Encierros de toros y vacas, sueltas en la plaza de toros, degustaciones, charangas, actuaciones infantiles, conciertos y verbenas invaden estas jornadas festivas que llegarán a su final en la noche de este jueves, con el Pobre de Mí y el Entierro de la Cuba.
