Los alfareños volvieron a cumplir este Domingo de Resurrección con una de sus tradiciones más antiguas. Y junto a ellos, miles de visitantes que quisieron disfrutar la magnitud que ha alcanzado en el municipio riojabajeño la Quema de los Judas.
Fiesta de interés turístico regional desde el 2005, su origen se remonta a la Edad Media, aunque ninguna investigación ha podido fechar su origen concreto. Inspirándose en el relato bíblico que busca la purificación a través de la quema del discípulo que delató a Jesucristo por 30 monedas de plata, la tradición alfareña es dar fuego a esos personajes públicos que contaminan la paz del día a día.
En esta ocasión, los grupos de vecinos colgaron y quemaron en las diferentes calles 111 judas. Y, como es habitual, la parodia y crítica ácida a la actualidad política nacional e internacional volvió a pasar por los muñecos, teniendo como eje la crisis catalana.
Desde primera hora de la mañana, los grupos de vecinos que durante meses los han elaborado los colgaron en las calles. La quema comenzó por la calle Catalanes, donde Puigdemont y Junqueras fueron los primeros en arder. El mensaje político se relajó en la calle Araciel, donde ardieron 27 judas en homenaje a la serie televisiva 'Vicky el vikingo'. Y también a Mari Carmen Ortega, promotora durante lustros de los judas en esa comercial calle y que busca relevo para su labor.
Con miles de personas en las calles y en las terrazas de los bares, la calle Tudela volvió a ser la que más judas quemó, con 60 de magnífica manufactura que vincularon de forma magistral la mitología romana con la actualidad política, con la crisis catalana como protagonista. Por el fuego pasaron desde Jordi Pujol y Marta Ferrusola como Rómulo y Remo en el inicio de la crisis hasta sus diversos protagonistas, pasando por Pep Guardiola y sin olvidar a otros mensajes ambiciosos como los que personifican Kim Jong Un, Trump, Al Asad y Putin en un ámbito o Ronaldo y Messi en otro.
Con ese ácido sentido de humor, las calles volvieron a llenarse y Alfaro seguirá trabajando para que sea declarada fiesta de interés turístico nacional.
