Clientes normales y corrientes. Así califican los empleados del Hotel NH Delta a los toreros que se han alojado en el establecimiento durante las sucesivas fiestas de Tudela. Eso sí, dan algo más de trabajo, sobre todo los que vienen con una cuadrilla más amplia, pero la mayoría se comportan con absoluta normalidad.
“La nota más destacada sería el alboroto que se arma, pero no por parte de ellos, sino por parte de la gente que quiere venir al hotel a verlos- nos cuentan desde NH Delta-. Todo depende de la fama del diestro, claro. Cuanto más conocido es y más protagonista de las revistas del corazón, como Jesulín, Francisco Ribera, El Cordobés u otros como Enrique Ponce, más jaleo se monta en el hotel”.
El teléfono sin parar
Según nos explican en recepción, la gente, sobre todo chicas jóvenes, llaman a todas horas por teléfono, para saber en qué habitación están, a qué hora salen del hotel camino de la plaza... Algunas incluso han intentado subir hasta las habitaciones en busca de su ídolo.
Por eso, la llegada de los matadores supone un trabajo extra para los empleados, sobre todo para los que tienen que responder al teléfono. “Pero no damos a nadie la más mínima información, hay una Ley de Protección de Datos y se cumple rigurosamente. Por lo demás, dan el mismo trabajo que cualquier otro cliente, quizás algo más sobre todo los que traen consigo mucha cuadrila, que puede ser entre seis y diez personas, depende de si traen banderilleros o si les gusta poner a ellos mismos las banderillas”.
