Cadreita Unas 150 personas rindieron homenaje a los 52 fusilados en la corraliza de Valcaldera, perteneciente al término municipal de Cadreita, el 23 de agosto de 1936 al inicio de la Guerra Civil española en lo que fue considerado posteriormente como el primer fusilamiento en masa de Pamplona tras el alzamiento.
El acto en recuerdo de lo sucedido, en su segunda edición, convocado y organizado por la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (AFFNA-36) constó de dos partes. La primera consistió en una concentración, a las 18 horas, en el solar que ocupó la antigua cárcel de Pamplona, donde se recordó el nombre de los fusilados que fueron sacados con la falsa promesa de que iban a ser liberados. Sin embargo, fueron maniatados y trasladados en camiones hasta el citado paraje de Cadreita. La mayoría eran de Pamplona y de Obanos aunque también había uno de Larraga y el médico de Burguete.
De todos ellos, tan sólo uno logró escapar: Honorino Arteta Echarri, acordeonista de la peña La Veleta entre 1931 y 1936. Herido de bala en una pierna, logró deshacerse de sus verdugos, remontando el río Aragón, llegar a los Pirineos y pasar a Francia.
Los cuerpos de los fusilados fueron trasladados, supuestamente al Valle de los Caídos. En 1979 fueron retornados a Navarra ante la insistencia de los familiares, y se cree que fueron inhumados en algún cementerio cerca de Corella, aunque actualmente se desconoce donde se encuentran.
La segunda parte de éste acto consistió en el desplazamiento de familiares y amigos de los fusilados hasta el paraje donde tuvieron lugar los hechos, concentrándose bajo el lema “¿Dónde están nuestros muertos?”. En la mencionada concentración se encontraban entre otras personas, la presidenta de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra, Olga Acega, y la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales y portavoz del Gobierno de Navarra, Ana Ollo Hualde.
Finalmente, se colocaron unas flores y tomaron la palabra varios familiares de los fusilados en 1936.
