El magnífico planteamiento defensivo del equipo rival, el BM. Burlada, ahogó las opciones del ataque de los riberos, “que no daban con la llave para abrir la defensa presionante local y donde nuestro juego posicional demasiado estático, dio pie a varios contraataques de los contrarios que acabaron en la red”, señalaba el entrenador del Sanchicorrota, Jokin Elizari.
En la segunda mitad, el panorama fue cambiando poco a poco “gracias al cambio de actitud y juego se daba con el remedio para atacar la defensa de los burladeses: las circulaciones de extremos y las combinaciones de primera línea dieron al traste con el planteamiento rival”, afirmaba Elizari.
En definitiva, “30 minutos para olvidar y otros 30 en los que el equipo trabajó como hay que hacerlo, marcando diferencias y jugando con seriedad. Pero a pesar del, en general, mal partido, se ganó fuera de casa por nueve goles de diferencia”, concluía el técnico de los tudelanos.