Tudela

¡A los ricos almuerzo y merienda!

1215520191.jpg

Las noches festivas de Santa Ana desgastan y mucho. Por ello, una de las tradiciones más arraigadas durante estos días es la de los almuerzos. Las cuadrillas se reúnen, después del encierro, en torno a cualquier mesa que quede libre en algún bar de la ciudad, para recuperar las fuerzas perdidas durante la noche, antes de regresar a casa y dormir, hasta que el cuerpo lo pida. Huevos, chistorra, patatas, chuletas, jamón e incluso ajoarriero, forman parte del menú tradicional de los almuerzos tudelanos. Sin embargo, también hay quien se decanta en esas tempranas horas por un reparador café con leche o los típicos y nutritivos churros con chocolate.

s con chocolate.

Mayores y pequeños, hombres y mujeres disfutan por igual de esta primera comida del día que no sólo es reconfortante para el estómago, sino que también resulta muy últil, en algunos casos, para terminar bien la jornada que comenzó el día anterior o, en otros, para iniciar con buen pie un nuevo día festivo

La merienda, a partir del cuarto toro de la corrida, es toda una tradición en la Chata de Griseras. Copiosas comidas que incluyen todo tipo de alimentos que son degustados desde los más niños hasta los mayores. “En cuadrilla, normalmente, la merienda se prepara de forma conjunta, y cada día se encarga uno de hacerla, aunque alguna vez también toca que cada uno se prepare lo suyo”, nos comenta Beatriz Delgado, miembro de la peña El Frontón. El tendido donde se suelen sentar es el número 7 y 8, el tranquilo.“Nosotros solemos llevar para comer marmitaco, ajuarriero o bocadillo de jamón con tomate, que es lo más típico y socorrido en estas fechas. En cuanto a la bebida, no pueden faltar el agua, la cerveza y el calimocho”, afirma Delgado.

Otros prefieren degustar platos atípicos a los que se suelen ver en la plaza, como los componentes de la peña Mosquera. “Solemos acudir unas veinte o veinticinco personas cada tarde y nos organizamos para que sean dos o tres los encargados de prepararla. Dentro de nuestro menú se encuentran las ancas de rana, el estofado de toro, los caracoles o el ajuarriero”, afirma José Manuel Mugueta. Esta exquisita cocina siempre es regada con diversos caldos como “sangría, cerveza o calimocho” y tampoco puede faltar como broche final a esta comida un refrescante postre, a base de frutas, como la “sandía, el melón o el melocotón”, tan típicas del verano.