Villafranca

¡A la rica castaña!

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Relacionamos la salida de las casetas dedicadas a la venta de castañas asadas con la llegada inequívoca del frío, y después de Reyes, tras habernos ofrecido unas semanas de buen sabor de boca y calor en los bolsillos, los puestos echan el cierre hasta el año siguiente.

En Tudela son dos los negocios que se dedican a asar castañas. El más veterano está situado en la calle Gaztambide-Carrera; mientras que el otro lo encontramos en la Avenida de Zaragoza, frente a la calle Barrio Verde.

El puesto de la Carrera lleva veintiún años funcionando, aunque no siempre ha ocupado el mismo lugar. Durante mucho tiempo estuvo en la Plaza Nueva pero, tras las obras de peatonalización de la zona, cambió a la ubicación actual.

El puesto de la Carrera salió a la calle por primera vez en 1984. En la actualidad sus responsables son María José Corcuera, de 36 años, y su marido, Santiago Luna. La madre de Santiago, Teresa García, fue quien inició este negocio, que se ha convertido en familiar.

El matrimonio que actualmente regenta el puesto tiene dos hijos, de trece y once años, y parece que quien seguirá con la tradición será el mayor, a quien le entusiasma el trabajo que ahora realizan sus padres. El hijo menor parece tener, por ahora, otros gustos laborales para su futuro.

La forma de asar castañas no ha sufrido cambios sustanciales desde la primera vez que la caseta salió a la calle, y curiosamente se utiliza el mismo asador desde el primer año.

El mecanismo de funcionmiento es muy sencillo: una bombona de butano, un calentador y medio bidón de chapa donde se colocan las castañas. Un fruto a las que hay que realizar un pequeño corte en la cáscara para evitar que se deshagan por el calor.

Para la castañera de la Carrera, Maria José Corcuera, ésta es precisamente la tarea menos agradable de su trabajo porque es un proceso que se realiza “a mano, una a una y es muy laborioso y lento”. Otra de las cosas que se mantiene desde el primer el día es la forma de entregar las castañas, en un pequeño cucurucho de papel de revista o periódico.

Los puestos de castañas en Tudela abren todos los días por la tarde, y en las jornadas festivas se multiplica su trabajo.

Propiedades de las castañas

La Navidad es la época en la que más trabajan los castañeros. Desde el puesto de la Carrera explican que durante la celebración de las fechas navideñas aumentan las ventas porque en esos días de fiesta “siempre circula más gente por la calle y se animan a comprar más”, aunque matizan que “es importante para las ventas que el frío no sea de masiado intenso, porque si no la gente no pasea por la calle”.

La temporada de la castaña comienza a mediados de octubre y termina a principios de enero. En Tudela los puestos cierran después del día de Reyes, por lo que éste es un trabajo que tiene una corta duración en el tiempo. Por este motivo quienes se dedican a asar castañas tienen que buscar otra ocupación laboral para el resto del año.

Desde la llegada del euro el precio de las castañas se ha incrementado. Antes de la entrada en circulación de la nueva moneda, con cien pesetas se compraba una docena de castañas, mientras que ahora con un euro tan sólo caen ocho. Para llegar a las doce hay es necesario pagar un euro y medio.La explicación es muy sencilla: “el coste de género se ha triplicado desde la entrada del euro”, asegura Maria José Corcuera.

La castaña es rica en hidratos de carbono complejos. La cantidad de grasa presente en ella es bastante similar a la de los cereales y, por lo tanto, bastante inferior a la que contienen el resto de frutos secos. Además, su contenido en agua es cercano al cincuenta por ciento, característica que le convierte en uno de los frutos secos de menor contenido calórico. En cuanto a su conservación, lo mejor es guardarlas en un lugar fresco y seco y también es importante no almacenarlas dentro de bolsas de plástico, ya que pueden enmohecerse.