Profesores y expertos de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) han denunciado que el cauce del Ebro en Zaragoza presenta "síntomas de una enfermedad que precisa ser diagnosticada".
En una nota de prensa, la FNCA hace referencia a la gran cantidad de algas que ha aparecido en el río a su paso por la capital aragonesa, lo que denota alta eutrofización del río.
Apuntan que el tarquín negro es un indicador de procesos con falta de oxígeno mientras que las grandes extensiones de una planta invasora (azolla filiculoides) señalan exceso de fosfatos.
Son situaciones relacionadas con un verano de escasa pluviosidad, una regulación de caudales que impide la existencia de crecidas de invierno y un exceso de nutrientes en el río procedentes de estaciones depuradoras y de lixiviados de cultivos.
En el caso de Zaragoza, la problemática se ha visto agravada por la existencia del azud del Ebro y del canal de navegación.
El poco caudal circulante por el río y la existencia del azud provoca el estancamiento del agua y por lo tanto la dificultad de oxigenación de la misma, lo que podría derivar en un colapso de la vida fluvial, ha explicado Pedro Arrojo, fundador de la FNA y premio Goldman de Medio Ambiente.
Además, el canal dragado en el cauce del río para facilitar la navegación fluvial ha ocasionado el desplazamiento del poco caudal de agua circulante a dicho canal quedando el resto del cauce con escasos o nulos niveles de agua, agua estancada, con altas temperaturas y elevado nivel de nutrientes, ingredientes idóneos para la proliferación de algas y desarrollo de procesos anóxicos.
Por otro lado y como un gran número de colectivos ya han denunciado estos días, el Soto de Cantalobos, un bosque de ribera de indudable interés, se encuentra igualmente en un estado crítico.
A la vista del "lamentable estado" en el que se encuentra el río, expertos de diferentes Universidades y miembros de la FNCA denuncian esta situación y abogan por la realización de un diagnóstico en profundidad que permita profundizar en las causas así como las posibles soluciones.
Para ello la FNCA está preparando unas jornadas para que distintos expertos den sus valoraciones sobre el estado del río Ebro a su paso por Zaragoza.
