Las mentiras de la Vaquería de Caparroso

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La pretendida e idílica vaquería de Caparroso y su planta de biometanización son una tapadera. Lo que verdaderamente importa es el macro vertedero industrial que esta detrás.

Más de 250.000 toneladas de residuos llegarán a Caparroso procedentes, no de la propia vaquería, no, sino de mataderos y otras industrias. Residuos orgánicos, sangre, vísceras, plumas, trozos de cadáveres, residuos de papeleras y de fábricas conserveras.

Todo ello convenientemente regado con purines de la vaquería y con agua de acuíferos. Llegarán procedentes de otras zonas y de otros negocios privados. Llegarán a Caparroso entre 20 y 30 camiones diarios, llenos de residuos orgánicos principalmente, según consta en el propio proyecto.

Lo verdaderamente importante es que, otra vez, la Ribera asume y se traga otro inmenso vertedero que, sumado al Culebrete de Tudela, la convierte en un gran estercolero. Si con este último todos los residuos urbanos navarros se entierran aquí, con el de Caparroso, todos los residuos orgánicos navarros y del norte de España nos regarán, eso sí, excelsamente, nuestras tierras.

Si el proyecto fuese de capital público, pues mira, como Itoiz, a joderse, a indemnizar y aguantarse. Pero no. Vamos a llenar los bolsillos de unos promotores privados de cuya honorabilidad se tienen dudas razonables y ya han sido expedientados por vertidos ilegales.

Lo de menos es la vaquería. Hasta podrán regalar la leche y hundir así de una vez el sector vacuno, que lo está pasando mal. Hacen la vaquería y el vertedero con subvenciones públicas, dan salida a los residuos de sus empresas, se quedan con el dinero de gestionar la retirada de residuos, contaminan la Ribera y hunden el sector de la leche de nuestros valles.

No es necesario que un concejal de Caparroso, debidamente agasajado, convenientemente adoctrinado y sin pizca de capacidad crítica, nos explique lo que es un proceso anaeróbico. Es más sencillo. Tiene que preguntarse qué se hace con mas de 150.000 m3/ año de líquidos lixiviados y 50.000 m3/año de residuo sólido que generará el vertedero. Ni el proyecto presentado da solución. Simplemente propone que servirá para verter y derramar en las tierras colindantes. Gran idea. También se podían haber propuesto las minas de Potasas o los jardines públicos de Pamplona para enterrar y verter los residuos.

Mienten porque no tienen autorización de muchos propietarios de tierras y usufructuarios de las Bardenas para realizar dichos vertidos. Esos lixiviados y residuos son altamente contaminantes de nitritos en unas tierras ya saturadas.

Hundirán Senda Viva por culpa del olor. Contaminarán nuestro entorno y los acuíferos con nitritos. Envenenarán nuestra fauna. Nos llenarán de moscas. El olor será insoportable. Por eso Caparroso ha autorizado su instalación en el punto más lejano, a 9 kilómetros de su casco urbano, pero a 4 kilómetros del de Marcilla y Villafranca. Cabe recordar que el grupo socialista del ayuntamiento madrileño de Valdemingomez, donde tienen otra planta de biometanizacion, denunció el hedor insoportable que sufren más de 100.000 vecinos cada vez que llueve.

El problema no es la vaquería. Ni los camiones herméticos. Ni el digestor de la planta hermético. Eso es obvio. El problema es el residuo generado: el supuesto compost y la inmensa balsa de lixiviados.

¿Por qué el Gobierno de Navarra permite tramitar como un expediente ganadero lo que es verdaderamente una industria? Es como autorizar un taller que produce su propia electricidad con…. una central nuclear detrás. Este nuevo método administrativo abre amplias expectativas.

Se han presentado mas de 135 alegaciones al proyecto firmadas por el ayuntamiento de Villafranca y por vecinos particulares, basadas principalmente en la falta de estudios de impacto ambiental sobre afección de acuíferos, fauna y flora de los vertidos y transporte de residuos. Y también por la incorporación de forma ilegal y sin autorización de fincas de dominio público y privado, para el vertido y soporte de los residuos generados.

La incidencia de esta industria es claramente supra municipal y sus afecciones afectan a las poblaciones vecinas. Permitir su autorización sin contar con los pueblos de Marcilla, Villafranca y Bardenas Reales es un sinsentido que solamente se puede explicar por otras razones ocultas.

Justo J. Peralta Fernández y Virginia Cerdán Azcona -Concejal del Ayuntamiento de Villafranca por Alternativa Villafranca de Izquierdas- en representación de la Comisión Ciudadana Contra el Vertedero de Caparroso