Opinión

VertEbro, trabajamos juntos

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España, desde su entrada en la UE, ha sido receptora de ayudas, a través de los denominados fondos estructurales y los fondos de cohexión. Pero esta dinámica va a cambiar drásticamente a partir del año 2020, ya que, vamos a pasar, de receptores a contribuyentes netos a estos fondos a favor de los antiguos países del Este.

Así, las nuevas estrategias establecidas por la UE, pasan por la búsqueda de nuevos nichos de empleo basados en la sostenibilidad y mayor valor añadido, a través de la innovación y el I+D. En otras palabras, invertir menos y mejor de lo que ha sido la inversión pública en los últimos años.

Un resquicio de luz en este panorama son los proyectos transregionales que, en algunos de sus aspectos, podrían seguir siendo financiados por la UE. Pero para que esto ocurra hay que dejar de mirarse el ombligo y dejar repetir proyectos, muchas veces inútiles, en cada uno de nuestros ayuntamientos. Seguir pensando en clave local o regional sería un error. Se imponen nuevas políticas asociativas, abiertas a toda la ciudadanía, lejos de las fatales endogamias bipartidistas que tanto daño nos han hecho a la ciudadanía.

"Hay que dejar de mirarse el ombligo y dejar de repetir proyectos en cada ayuntamiento"

A este respecto, en enero de 2016 se constituyó, como extensión natural del proyecto Serranía Celtibérica, “VertEbro, trabajamos juntos”, con el claro objetivo de generar las sinergías necesarias para fomentar el desarrollo socioeconómico y demográfico en el territorio compuesto por las riberas de la margen derecha del río Ebro en su tramo medio de las provincias de La Rioja, Soria, Navarra y Zaragoza.

La asociación, presidida por Jesús Manuel Alonso, alcalde de Ágreda, está compuesta por ayuntamientos y asociaciones sin ánimo de lucro. La junta está compuesta por un presidente, un vicepresidente, un tesorero y tres vocales por provincia. Entre sus socios se cuenta con ayuntamientos como el citado de Ágreda y los de Corella o Cervera del Río Alhama, así como Asociaciones como el Bardal, el Encanto del Moncayo o Biciclistas de Corella.

Quizás las aventuras individuales en un futuro próximo puedan tener cierto recorrido electoral y quizás unos pocos puedan salir airosos de la situación de crisis en la que vivimos actualmente, pero no habrá excusa cuando, dentro de unos años, nos preguntemos porqué no fuimos capaces de buscar una salida para todos. Porque una cosa es cierta, o salimos todos juntos o no habrá recuperación.

Javier Navarro Royo

Historiador