Opinión

¿Se están desmantelando los Archivos Eclesiásticos de Tudela?

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El sábado, día 22 de noviembre una furgoneta trasladó, presumiblemente a Pamplona, unas 100 cajas de documentos pertenecientes a los Archivos Eclesiásticos de Tudela, con un volumen que puede acercarse a 100.000 documentos.

Sin gran reflexión, ello me hace plantearme diferentes preguntas: ¿Qué fondo/s del archivo se está trasladando: catedralicio, parroquiales de Tudela o diocesano? ¿Por qué se llevan a Pamplona estos documentos? ¿Este desmantelamiento forma parte de un proyecto más global? ¿Es el primer viaje o ha habido otros?¿Se han vaciado ya los depósitos? ¿Por qué en un momento tan intempestivo?

Espero que el Obispado pueda dar una respuesta razonable a todas estas preguntas en un deber de trasparencia ante sus feligreses y ciudadanos. Es mi deseo que este hecho sea una falsa alarma, los fondos sean de nuevo devueltos a sus instalaciones en el Palacio Decanal y queden disponibles para su consulta en Tudela.

"¿Por qué se los llevan a Pamplona? Deben mantenerse en nuestra ciudad"

Para conocer la verdadera dimensión del problema, es necesario hacer un ejercicio de memoria, algo que muchas veces olvidamos. En el año 2000 se procedió a la apertura del Palacio Decanal, donde se ubica el Museo de Tudela, la Librería Diocesana, despacho parroquial y los Archivos Eclesiásticos de Tudela que concentran los fondos catedralicio, diocesano y parroquiales de Tudela, así como de otras poblaciones de su Diócesis. En aquel momento fue un gran logro del entonces archivero Julio Segura y del sacerdote Vicente Ilzarbe, su director, poder acercar y hacer accesibles a todos los ciudadanos, usuarios e investigadores la gran riqueza documental que se conservaba, como testimonio de la historia y memoria de todo un pueblo.

La restauración del Palacio fue financiada por el Gobierno de Navarra a través de un convenio con el Ayuntamiento de Tudela y Diócesis de Pamplona y Tudela. Su posterior gestión también está en el marco de un convenio entre esta institución religiosa y la municipal realizado para tutelar tanto el mantenimiento de este museo local, como la apertura y debida atención técnica en su tratamiento y conservación de los Archivos Eclesiásticos. Pero no sólo han sido estas instituciones públicas quienes realizan aportaciones, también otras entidades como el Servicio Navarro de Empleo y Ministerio de Cultura han concedido ayudas para desarrollar diferentes proyectos de descripción y tratamiento documental en estos fondos, como es el vaciado de información de libros parroquiales de la Diócesis o actas capitulares.

¿Qué se puede o podía consultar en estos archivos tan singulares de la Catedral y Diócesis de Tudela? El describir ahora estos fondos sería una tarea difícil y de gran dimensión. Por ello, destacar su gran riqueza, su volumen, su rebosante información  y, sobre todo, su valor patrimonial para toda la Diócesis.

Ante un tiempo de luces, parece ser que se extiende un momento de sombra. Mientras estuvo la dirección del Palacio a cargo de Vicente Ilzarbe y los archivos bajo una dirección técnica cualificada, destacaban por su buen hacer. Desde el momento de su desaparición y la ausencia por cuestiones personales de la anterior dirección de estos archivos, se inició un tiempo de pesadumbre, limitándose su accesibilidad y disponibilidad al ser atendido con voluntariado o por una o dos técnicas del Archivo Diocesano que se acercan desde Pamplona con cita previa.

Sin miedo a equivocarme, las demás localidades cercanas que han depositado sus archivos en esta sede, lo han hecho para compartir su patrimonio y facilitar la consulta de sus fondos documentales en unas instalaciones que garantizaban su conservación y disponibilidad en Tudela.  De haber deseado llevarlo a Pamplona, ya lo hubieran previsto en el momento del depósito.

Es curioso cómo se va desarrollando la historia. Casualmente, el pasado mes de octubre se organizaron dos jornadas conmemorativas a Vicente Ilzarbe, impulsor de la creación de este espacio que supuso su apertura y visibilidad al usuario e investigador, así como de los 230 años de la Diócesis de Tudela, a través de una exposición documental en el Palacio Marqués de Huarte.

Nosotros y nuestros antepasados han hecho y estamos haciendo posible la formación de estos fondos. Todos hemos hecho posible este proyecto. Todos hemos aportado y participado en su mantenimiento. De todos es este patrimonio documental, por ello, considero que debe mantenerse en nuestra ciudad, Tudela.

Beatriz Pérez Sánchez

Archivera Municipal