Opinión

Pensamiento débil

Se creen mejores que los demás. Hablan de derechos siempre olvidándose de deberes. Son muy poco prácticos, a medio plazo caminan hacia la melancolía y la infelicidad.

Nuestras izquierdas extremas y populistas son muy propensas a confundir sus deseos con la realidad. Se hacen y nos hacen trampas con las normas. Ellos dictan lo que es bueno para todos, y al que no les aplauda lo califican de ultra, facha, mandándolo a los infiernos. Cada día amedrentan menos.

No se puede vivir siempre por encima de la realidad, al final más pronto que tarde nos daremos de bruces con ella. Al principio del siglo XXI todos sabemos que la soberanía es un concepto debilitado, que los gobiernos mandan poco, pues todo el mundo conoce que con más gastos necesitamos más impuestos que terminan por frenar la economía. Hoy todo apunta a que el precio del dinero sube. Y nuestra competitividad en muchos campos es baja. 

El mundo se ha hecho pequeño. Todos competimos con todos. Queremos vivir mejor y no va a ser fácil mantener el actual Estado del Bienestar. Ante un nuevo derecho propuesto, deberíamos recortar el mismo importe de otro lugar, sino nuestros nietos soportarán nuestros errores.