Opinión

No sabemos nadie nada

A veces lo más racional no es lo que importa ni lo que termina por imponerse. Una cosa son los fuegos artificiales y otra los garbanzos de todos. Que los votantes no se equivocan, es una tontuna. Las pasiones humanas muchas veces obstaculizan lo conveniente y facilitan lo peor. Nuestra situación política y económica es complicada. Es en estos momentos donde deberíamos sacar lo mejor de nosotros mismos, haciendo de la necesidad virtud, ceder y avanzar.

Seamos realistas, todos los problemas no se pueden solucionar de golpe, hay que abordar unos después de otros. Otros nunca se podrán solucionar, habrá que saber convivir con ellos. Tras los fracasos previstos para formar gobierno de Rajoy y de Sánchez, acabará por imponerse la cordura que evitará otras elecciones, que tampoco cambiarían mucho las cosas. Cuando los catalanes se presten a rompen la baraja y los mercados realmente se alarmen, será el momento de llamar a la centralidad y al sentido de Estado a los tres partidos PP, PSOE y C’s. La solución, un ejecutivo en minoría del PP con acuerdos puntuales, programa mínimo pactado e incluso con fecha de caducidad, todo mejor que nuevas elecciones. Es un deseo.

Ricardo Guelbenzu

Bodeguero