Opinión

Reforma de la elección de alcaldes: un golpe a la democracia

El descenso de votos del bipartidismo, las luchas sociales del 22-M y el rechazo a la monarquía, fruto del hastío ante las corrupciones y las políticas que empobrecen a la mayoría y enriquecen a unos pocos, está haciendo que el Gobierno recorte también la democracia para poder ellos perpetuarse en el poder. Lo último es el propósito anunciado por el Gobierno del PP de reformar la ley electoral en cuanto a la elección de los alcaldes.

Denunciamos lo que no es sino un golpe a la democracia municipal. Lo que se propone no es dar mayor poder de decisión a la ciudadanía, ni es en realidad una elección directa de los alcaldes, aunque se enuncie de ese modo con propósito de engañar a la opinión pública. No se propone una elección directa y separada sino mantener la elección indirecta -no para votar al alcalde, sino a toda una lista cerrada y bloqueada, como ahora- pero que siempre sea alcalde el que encabece la lista con más votos.

Tal reforma lleva a que sistemáticamente pueda ser alcalde el candidato de una lista con un apoyo minoritario de los vecinos, aunque sea la minoría más grande. Especialmente grave es la idea de primar a la lista que supere el 40 % con la mayoría absoluta, lo que rompe por completo la proporcionalidad y posibilitaría alcaldes con apoyo minoritario de la ciudadanía pero que pueden gobernar con mayoría absoluta, sin posibilidad de ser desalojados por moción de censura hagan lo que hagan, y con un limitado control por parte de la oposición aunque esta represente a la mayoría del electorado.

Denunciamos también que se presente esa propuesta como una medida de regeneración democrática. Nada tiene que ver tal reforma electoral con la lucha contra la corrupción. Donde más fácilmente puede haber corrupción es donde hay mayorías absolutas de un solo partido y muchos ayuntamientos gobernados por el PP son una buena prueba, en la Comunidad de Madrid, en la Comunidad Valenciana o en otros lugares, véase la trama Gürtel, o recuérdense las mayorías absolutas del GIL en Marbella. El PP atiende con esta propuesta exclusivamente a sus intereses partidistas.

Junta Republicana de Izquierdas de Navarra