Opinión

Nuevos tiempos

El marketing inunda nuestra actividad cotidiana. Los anuncios de todo tipo se prodigan por los lugares más insospechados haciendo propaganda de productos e ideas para, en nuestro mundo consumista, intentar venderlos como algo necesario.

Los hombres-anuncio, siempre acondicionados para llamar la atención, siguen siendo actualidad y, combinando las nuevas técnicas publicistas, ocupan los espacios y entran por los ojos de la gente. En nuestros pueblos y ciudades los carteles publicitarios se acomodan al mobiliario urbano como parte inseparable del mismo.

La precampaña electoral no permanece ajena a las tendencias publicitarias y algunos partidos políticos usan a sus candidatos como hombres-anuncio para llegar al mayor número de electores, intentando captar su atención con frases llamativas. En esta vorágine de captación de voluntades nos encontramos con el cartel publicitario del PSN que anuncia, de forma mesiánica, la llegada de nuevos tiempos para Navarra presentando a su mesías y salvador. Pretende transmitir ilusión en lo que está por venir pero, paradojas de la vida, sólo genera incertidumbre y desconfianza por cuanto el futuro que pregona, aunque desconocido, es previsible. Cuando el PSN habla de nuevos tiempos hay que bucear para descubrir su oferta ideológica, política y económica para, a la postre, no encontrar nada nuevo que invite a la esperanza. Porque hablar de forma genérica de políticas sociales a los ciudadanos de una comunidad pionera en estas materias es no decir nada.

Como no hay bien que por mal no venga, el cartel, al final, consigue un efecto contrario al perseguido y es un desacierto propagandístico que descubre la verdad oculta del PSN ya que ahí, junto a la foto maquillada de Puras, aparece como gancho electoral el eslogan futurista de “nuevos tiempos” para Navarra, que sólo muestra un rostro de fachada sin dejar traslucir una brizna de sinceridad.