Opinión

Lotería, Navidad y Suerte

Ésta es la semana de las felicitaciones y la suerte en la que se reciben decenas de tarjetas de Navidad insulsas e impersonales obtenidas por ordenador y etiquetas autoadhesivas, que como única originalidad aportan creativos dibujos de UNICEF perfectamente comercializados y ¿solidarios?, -en su particular agosto de diciembre-, y por doquier se reparten, y hasta se dan, deseos de todo tipo empalagosamente hipócritas...

Es triste, pero para muchos, sólo ahora es Navidad, o la Hachura, el Mulud, o Hanuká, o como quiera celebrarlo usted, de modo que, públicamente, sólo estos días llegan a cada hogar esos Olentzeros, Reyes, Santa Claus, Papá Noëles y demás leches que recuerdan, únicamente en esta época, que deben darse “regalos” a los demás.

Por otro lado, nos hacen creer que el señor calvo ese de los anuncios de Lotería nos consagrará con su dedo afortunado, haciéndonos ilusas ilusiones que de esos más de 52,91 euros por persona que gastará cada navarro este año en el sorteo, de esos falsos boletos de felicidad no sólo el Estado será el único afortunado...

Son los tópicos típicos de una época del año que reconozco entrañable, pero que ya sólo lo es de una Paz, Amor y Prosperidad enlatada, rancia y monótonamente deseada, por deseable.