Opinión

Los recortes de Zapatero

La crisis financiera internacional provocó una reducción drástica de liquidez y de inversión en los mercados. La mayor parte de los gobiernos europeos optaron por utilizar fondos públicos para, por una parte, compensar la disminución de la inversión privada y, por otra, disponer de más recursos para atender a los ciudadanos que se quedaban en desempleo. Estas medidas que si bien han amortiguado inicialmente el primer golpe de la crisis, han llevado consigo el aumento espectacular del déficit público, al tener que dedicar más recursos que los previstos inicialmente.



Los recortes anunciados la semana pasada por el Presidente Zapatero son necesarios para conseguir una disminución del déficit público, hasta conseguir el límite marcado por la Unión Europea del 3% para antes del 2013. Con los recortes anunciados se espera un ahorro en las cuentas públicas de unos 15.000 millones de euros. Debemos reducir el déficit público para recuperar la credibilidad de los inversores y dejar de ser presa fácil de los especuladores.



Sin embargo, estos recortes no son suficientes, ahora es el momento de realizar reformas estructurales en nuestro sistema económico. Tenemos que realizar con valentía una reforma laboral, fiscal y sobre todo una reforma del sistema financiero.



Hay que recordar que la crisis tuvo un origen financiero. Las proliferación de las hipotecas subprime, unido a una burbuja inmobiliaria incontrolable por los gobiernos, provocó un incremento de la inflación y de los tipos de interés. Las quiebras de varios bancos americanos provocó una inseguridad que se transmitió rápidamente en los sistemas bancarios. La actividad crediticia de las entidades financieras se desplomó, los bancos desconfiaban entre ellos. La propia inseguridad y el incremento de la morosidad hicieron caer en picado los créditos a las PYMES, autónomos y particulares, reduciendo la actividad económica.



Tenemos que tomar medidas globales a un problema global. Hay que tomar medidas de regulación de los mercados financieros, medidas de control a los especuladores.



Las entidades financieras, una vez desprendidas de los activos tóxicos, deben recuperar el pulso crediticio, para poder reactivar la economía, poder de nuevo impulsar la iniciativa privada, recuperar la estabilidad de los mercados y dejar de destruir empleo.



Por otra parte, los gobiernos deben impulsar medidas de carácter urgente, orientadas a salvaguardar a los ciudadanos, que se han visto obligados a dejar de pagar sus hipotecas en esta crisis. Las entidades financieras deberían estar obligadas a buscar nuevas formulas financieras, que eviten llegar a ejecutar los embargos de la vivienda habitual del ciudadano, dado que la vivienda es un bien de primera necesidad.



El sacrificio y la voluntad de todos deben ganar la batalla al egoísmo de unos pocos y poder encarar con éxito la recuperación económica.