Opinión

Los hijos de separados, independientes a la fuerza

¡DIECIOCHO AÑOS! ¡Muchos adolescentes esperan con ansia llegar a la mayoría de edad, piensan que se les abre un nuevo mundo nuevas oportunidades, sueñan con un cambio abren el abanico de su juventud! ¡Por fin la independencia!

Pero existen otros jóvenes que ven mermada sus posibilidades de cuajo, sus aspiraciones que miran el recién estrenado cambio de digamos estatus con temor. Estoy hablando de los hijos de padres divorciados. “Estos padres que cuentan los meses, las semanas, los días que faltan para verse libres de pasarles la pensión a sus hijos, esos hijos que tienen un pequeño empleo con el que alivian a sus madres (esas madres que luchan por ellos para que no sientan el déficit económico que supone la ruptura de pareja) a sufragarse los estudios, sus gastos sus caprichos...

Pero bueno cumplen los 18 y de un día para otro ¡zas! su progenitor opina que ya no tiene que preocuparse de ellos hasta ayer era una cifra impuesta por un Juez que tenían que cumplir cada mes ¡uf, que bien, se acabó! ahora a no son ni eso...se cerró el grifo.

Muchos tienen que abandonar los estudios, buscarse cualquier trabajo a jornada completa porque con el sueldo solo de mamá no llegan. Otros siguen porque sus Madres, las que por edad y salud pueden, duplican sus horas de trabajo renuncian a su propio bienestar, para que el porvenir de sus hijos no se vea trucado porque MADRES-PADRES somos siempre, independientemente de los años. Y, mientras tanto, algunos padres, por suerte, no todos, continúan su vida como si la película no fuera con ellos.