Algo pasa en Europa que PP y PSOE están corriendo para ponerse de acuerdo y modificar nada menos que la sacrosanta Constitución para, modificando alguno de sus artículos, limitar el gasto corriente del Estado y las Administraciones Autonómicas. Si la urgencia de la medida bien merece un debate y un análisis profundo en sí misma, nos preocupa sobre manera también cómo, desde el poder, se desprecia una vez más a la Administración más cercana, la Municipal, cercenando a los Ayuntamientos el derecho constitucional de tener acceso, per se, a una parte de los
recursos recaudados y del gasto corriente, limitado ya legalmente.
Sin duda, este temor por dar margen de maniobra y autonomía a las entidades locales, cuestiona gravemente el desarrollo de la Democracia...
