Opinión

Listas de aprobados sin plaza en Educación: razones para un cambio

Si por algo se caracterizó el inicio de este curso escolar fue por la dificultad de dotar a los centros docentes de la plantilla de profesorado necesaria. Por un lado, el incremento demográfico y la aplicación de las medidas del Pacto Educativo supusieron un incremento cercano a los 600 profesores; por otro, el sistema de confección de las listas de interinos y de adjudicación de destinos suponía en la práctica la imposibilidad de nombrar a todo el profesorado con el tiempo y las garantías suficientes.

A la vista de esto, el Departamento de Educación se planteó como uno de sus objetivos prioritarios que para el comienzo del curso 2008-2009 esto no se volviera a repetir, que todos los centros tuviesen su plantilla antes del 1 de septiembre. Esta es la razón principal, aunque no la única, para la modificación del sistema de listas de interinos: garantizar una adecuada prestación del servicio público educativo.

Por otra parte, y como es sabido, en la enseñanza pública existía un elevadísimo porcentaje de personal temporal que llevaba prestando sus servicios a lo largo de muchos años y que era necesario incorporar como personal fijo a la función pública.

Por eso, en marzo de 2007 se aprobó un Reglamento de Ingreso a los Cuerpos Docentes que establecía un sistema de oposición radicalmente distinto al anterior, dando una gran importancia a la experiencia docente, tanto a la hora de preparar las pruebas como por su valoración en puntuación en el resultado final. Con un sistema así, el Departamento de Educación ha convocado en apenas doce meses 1.050 plazas de oposición y piensa seguir en esta línea en los próximos cursos. Un sistema educativo que pretenda la calidad necesita un profesorado estable y motivado.