Opinión

Las cosas del Presi

1164106187.jpg

Hoy, como muchos navarros y navarras, he comprado los periódicos y, frente a un café, en mi casa, me he dispuesto cómodamente a recorrer las noticias que, cada uno de ellos, desgranaban. De pronto, me he detenido en la información referida al 8º Congreso de Juventudes Navarra (mejor dicho sería de Juventudes de UPN en Navarra). Una frase del Presidente del Gobierno de Navarra y de UPN, remarcada en negrita, decía:

“Nosotros no hemos cambiado nunca, siempre vamos a piñón fijo”

Así, a palo seco, parece una GRAN FRASE para un acto político de consumo juvenil y partidario. Tiene tintes de firmeza, o mejor dicho, de inmovilismo y cercana a un lenguaje de confrontación y exclusión. A esta frase habría que añadir otras tan relevantes como la anterior, que el Sr. Sanz, refiriéndose a mayo de 2007 (elecciones forales y municipales), expresó: “va haber dos alternativas”, “la de Nafarroa Bay y la de UPN”, “votar a UPN es votar a Navarra y votar a Nabai es votar a Euskadi”.

La lectura de la reseña periodística, yo que soy un veterano militante socialista y ugetista (mi afiliación se remonta a mayo de 1974), me ha producido primero reflexión y luego interrogación. Después de pensar, me he preguntado: ¿tú desde mayo de 1974, en que, con tu recién alcanzada mayoría de edad, participaste en la reconstrucción del PSOE en Navarra, has cambiado alguna vez?

Después de una necesaria pausa reflexiva, me he contestado: sigo con mis creencias políticas; sigo con mis valores éticos; creo en la igualdad, en la pluralidad, en la diversidad y en la solidaridad; creo en una Navarra política e institucionalmente diferenciada y creo en una España diversa y unida; me siento navarro, en una Navarra plural y español, también en una España plural, pero juntos e indisolubles ambos sentimientos. Luego mi respuesta interior y personal ha sido: No, no he cambiado nunca.

A partir de aquí, puedo afirmar que yo, como seguramente muchísimos navarros y navarras, de otras inclinaciones políticas, diferentes a las de UPN o PSN, tampoco he cambiado nunca.

Por eso, después de esta sincera, seria y sensata reflexión personal, que hoy hago pública, escuchando al Presidente de todas las navarras y navarros, luego escuchando a mi institucional Presidente, me siento política y electoralmente huérfano. De sus posteriores frases se deduce que no puedo votar en mayo de 2007. Quiero votar en Navarra y por Navarra, pero no deseo votar a UPN. ¿Qué puedo y debo hacer?

Por otro lado, en mi partido, el PSN, en ningún momento, foro, debate, reunión o acuerdo, he podido deducir que el PSOE y, por tanto, el PSN no crean, deseen y apuesten por una Navarra política e institucionalmente diferenciada y en una España diversa y unida. Si no fuera así, yo no seguiría afiliado a mi partido y, por tanto, remontándome al principio, en ese supuesto no ocurrido, si habría cambiado.

Entonces, algunos, como lo hago yo, se pueden preguntar: ¿Dónde está el truco? UPN y su Presidente defienden Navarra, por lo menos eso dicen. ¿Pero también defienden a España? Los socialistas si defendemos a Navarra y a España a la vez, por lo menos, humildemente lo intentamos.

UPN es un partido navarrista, otros lo podrán definir como nacionalista navarro, yo modestamente no creo que sea un partido con visión del conjunto de España. Por lo menos no se fundó con esas miras. Por tanto, UPN estaría legitimado para defender a su Navarra sin defender a España.

Si esto fuera así, el recorrido institucional del Gobierno de UPN en Navarra, sus últimas acciones y decisiones así básicamente lo avalan, entonces mi orfandad política en mayo de 2007, se habría desvanecido.

Y, en consecuencia, se podría proponer: “va haber, cuando menos, tres alternativas”, “la de Nafarroa Bay, la de UPN y la del PSN”, “votar a UPN es votar a Navarra, votar al PSN es votar a Navarra y a España y votar a Nabai es votar a Euskadi”.

Me interesa finalizar esta reflexión con una idea u objetivo de los/las socialistas de Navarra: “UNIDOS en NAVARRA”. Este si que debe ser, a mi juicio, el principal objetivo. Pero la búsqueda del mismo, que aleja el sentido posesivo de las cosas o de las personas y lo acentúa en la realidad plural de una sociedad moderna y avanzada, conlleva el reconocimiento explicito de esa nueva realidad que conforma la sociedad navarra.