Nuestros políticos lo han conseguido: además de no hacer su trabajo, que es entenderse, nos van a hacer gastar -invertir en positivo- nada menos que más de 130 millones de euros en unos nuevos comicios en los que poco va a cambiar.
Sorprende la alegría con que nos conducen a la encrucijada que representa paralizar el país por ser incapaces de ceder y negociar, como se hace, cada día, en la calle, en casa y en la empresa... ¿De qué van?
Es bochornoso que se dé esta situación. Ahora todo son pactos y acuerdos preelectorales pero, ¿y antes, porqué no ha sido posible un acuerdo global?
¡Es inaudito! UPN hablará de nuevo con el PP; y Geroa Bai y Bildu parece que apuestan por ir juntos dado el varapalo recibido el 20-N, -acuerdo que, sin duda, es anti natura-, haciendo de paso giños a un pacto del cuatripartito foral que no es sólo mezclar churras con merinas, es inconcebible ideológicamente. ¡Ellos sabrán!, pero la ciudadanía está más que harta. ¡Y de PSOE, Podemos e IU ya hablaremos, que tanto hacerse la cama y defender el sillón propio ya huele!
