Opinión

La incineración no es la solución al tratamiento de residuos

El Gobierno Foral ha aprobado inicialmente el Plan Integrado de Gestión de Residuos de Navarra en el que se propone una incineradora de residuos a instalar en la Zona Media. Ecologistas en Acción queremos recordar que Navarra fue pionera en algunos aspectos de la gestión de los residuos y ha servido de referente en muchos lugares. Experiencias como la clausura de vertederos, la recogida selectiva, el compostaje, etc., eran copiadas por gestores de otros lugares del Estado y del Mundo, por eso debe seguir liderando políticas sostenibles y de futuro en vez de resucitar algunas de las tecnologías más obsoletas y contaminantes.   



Afirmamos que la incineración es la forma más insostenible y peligrosa de tratar los residuos puesto que no los elimina sólo los traslada y dispersa especialmente a través de la atmósfera. En concreto, en este proceso se generarán flujos de emisiones contaminantes, tóxicas y nocivas para la salud y el medio ambiente que podemos agrupar en:



Emisiones a la atmósfera de dioxinas y furanos que se han caracterizado como los tóxicos químicos artificiales más peligrosos para los seres vivos.



Estudios recientes sostienen que no existe ningún límite seguro para las dioxinas. Las emisiones de metales pesados son peligrosas porque tienden a bioacumularse activando procesos cancerosos en el ser humano.



Los gases invernadero como el CO2, CO, NOx SO2 están provocado el cambio climático del planeta. Los NOx (óxidos de nitrógeno) son precursores del ozono troposférico y el SO2 dióxido de azufre de la lluvia ácida.



Otro apartado es el de la contaminación de los suelos, ya que del proceso resultarán toneladas de cenizas y escorias, residuos que están considerados como peligrosos ya que llevan un alto contenido en componentes tóxicos.



La instalación de esta planta además de afectar a la salud tendría un impacto negativo sobre las explotaciones agrícolas y ganaderas de la Zona Media, con varias denominaciones de origen reconocidas a nivel internacional. Difícilmente la agricultura de calidad, que tiene que cumplir con las directivas europeas cada vez más exigentes, puede convivir con una incineradora.



Resumiendo con la incineración convertimos residuos que no están caracterizados como peligrosos y los descomponemos en un número indeterminado de sustancias tóxicas, venenosas, corrosivas y contaminantes. Unas se liberarían en el medio ambiente y otras tendrían que volver a incinerarse repitiendo un ciclo absurdo, insostenible y peligroso en la gestión de los residuos.



Por los problemas que generan estos tipos de sustancias, para algunas de las cuales aún no ha podido demostrarse un umbral mínimo por debajo del cual no se produzcan efectos adversos para la salud, manifestamos nuestro rechazo a la incineración de residuos y solicitamos al Gobierno de Navarra que reconsidere su propuesta y que sigua trabajando por una gestión sostenible de los residuos.