Desde hace meses los padres de los niños del colegio público tudelano Elvira España estamos profundamente preocupados por las intenciones de nuestro Ayuntamiento de construir bajo los pies de nuestros hijos, mientras están intentando educarse, un aparcamiento.
Nos preocupa cómo van a desarrollar sus jornadas lectivas, rodeados de polvo, vibraciones y ruidos originados por el ir y venir de la maquinaria pesada; nos preocupa cómo van a compartir el espacio de patio que les quede, en sus minutos de recreo, con todo lo anterior.¿ Cómo lo van a hacer? ¿Con máscaras antipolución?¿Con tapones en los oídos?¿Separados físicamente con una valla y una tela verde que delimite el espacio de los niños y de las máquinas?¿Durante cuánto tiempo?
Dicen, dieciocho meses, ¿en Tudela? Ja, ja!! Piscina cubierta un año de demora, Herrerías cuatro meses, Plaza Nueva y Carrera hay que rehacerlas... para qué seguir. Y ¿cuándo las máquinas comiencen a horadar debajo del colegio con nuestros hijos dentro de él, qué padres estarán tranquilos?. Nuestro Alcalde, que también es padre, ¿lo estaría?
Pero no sólo estamos preocupados, también atónitos, indignados y tristes. Atónitos por no comprender cómo pudo ocurrírseles a nuestro gobernantes que el mejor sitio para construir un aparcamiento es debajo de un colegio con 420 niños. Indignados porque no nos han dado ni una sola razón para ello y, cuando no hay razones solo existen los... Y muy tristes porque creíamos firmemente que Luis Casado y UPN iban a ser los gobernantes que cualquier ciudadanía necesita: responsables, sensibles con sus representados y de mirada depositada en el futuro.
