En el tema del TAV o TAP, Tren de Alta Velocidad o Tren de Altas Prestaciones, está pasando como en el Landismo cinematográfico, pero sobrepasando el ridículo político, todo en aras de salir en la foto y poder decir que estuvimos allí...
El Landismo se define como comedia fácil con cierto erotismo de baja intensidad, y con el TAV pasa algo similar, porque el hecho de que Navarra tomara por su cuenta el estandarte quijotesco de comenzar el trazado sola sin tener garantizada de veras -con fechas, plazos y dineros- la conexión con la Y vasca ni con el tramo cantabro-mediterráneo, no dejaba de ser un brindis al sol, típico de la precipitación característica de este popular personaje recién desaparecido.
Y que ahora nos lo intenten vender como que es más barata la alternativa planteada del "tercer hilo" no deja de sonrojar... ¿Nos toman por santos inocentes? ¿Asumirá alguien alguna responsabilidad?
