El ente ribero con mayor alcurnia, junto a la Mancomunidad de Residuos, el Consorcio EDER, acaba de renovar su junta directiva. No sin dimes y diretes, los alcaldes y organismos representados en su asamblea estuvieron el lunes dispuestos a dar empaque al organismo, dormido entre subvenciones y proyectos, a falta de iniciativa y dirección.
Su labor es y debe ser magnífica, pero la falta de guión de los últimos años, propiciada por la dejadez supina y el abandono total de su patrón estatutario, el Ayuntamiento de Tudela, ha desarbolado una gestión y un trabajo, con proyección, más que necesario en nuestra Comarca en estos difíciles momentos... ¡EDER debe ser parte de la solución!
