Opinión

¿Cuándo se pondrá en valor el Trabajo?

Estos días que se ha dado a conocer el cierre de la denominada popularmente “Ebroquímica”, la empresa Rohm and Haas de Tudela, y con el miedo escénico que nos están metiendo en el cuerpo con tanto hablar de crisis y problemas financieros y económicos, creo que es un buen momento para hablar de Trabajo.

“Trabajo” entendido como el medio para ganarse la vida, la forma de desarrollarse como persona, el derecho universal a través del que se participa de la sociedad, y la obligación natural del hacer para recibir a través de una profesión...

Son afirmaciones que todos, de entrada, compartimos, pero socialmente, a pie de calle, han perdido hasta tal punto el sentido que estamos en un momento en el que conviene hacer memoria y recordar que el Trabajo es el medio y el fin a través del cual se alcanza el éxito y se atienden las necesidades. Y a través suyo es fácil superar un mal trago, una crisis, un cierre, o cualquier otra traba que nos llegue. Porque con ganas y sin miedo al “Trabajo” no puede haber “Paro”.

Hemos estado durante demasiados años viviendo alegremente y valorando sólo los pelotazos, no el esfuerzo. Tachando el tesón, y mirando mal la entrega, la constancia, el buen hacer, y el gusto y el disfrute de las tareas. La profesionalidad y el servicio, así como su aprendizaje y mejora continua, se veían como una lacra, un castigo mediante el que nos pagan para comer. Cuando en realidad debe ser algo tratado con respeto y atendido como se merece, porque el Trabajo paga nuestros gastos, pero sobretodo nos debe satisfacer y llenar el día a día de nuestras vidas, porque es algo que dignifica.