Una de las formas más eficaces para combatir la Violencia de Género es fomentar unas relaciones de igualdad desde el principio.
La literatura clásica infantil, las películas y comedias románticas, las series para adolescentes, etc. no ayudan a fomentar un tipo de relación de pareja igualitaria y, sin embargo, muchas personas aspiran a ella como si fuera lo “ideal”. Se trata de un tipo de relaciones basadas en el “amor romántico”, donde los celos posesivos son una muestra imprescindible del amor que sentimos hacia la otra persona, y no una muestra de nuestra propia inseguridad y falta de confianza. Donde el amor todo lo puede y por ello estamos dispuestas y dispuestos a aguantar cualquier cosa con tal de permanecer junto a la persona que queremos. Donde nuestra idea de felicidad gira en torno a encontrar a la persona ideal y fundirnos con ella para convertirnos en uno solo; olvidando en muchas ocasiones mis deseos, mis inquietudes, olvidando quién soy...
Un amor donde el valor de las palabras cobra más importancia que el de los hechos... Qué romántico es que nos digan “Te quiero solo para mí”, que tengan un detalle, que dejen de lado su vida para dedicarse a la que comenzamos juntos/as. ¡Y qué peligroso también! Esta idea nos lleva a frustrarnos, ya que cuando no conseguimos eso que esperamos, tendemos a intentar cambiar a esa persona que un día elegimos, y yo me pregunto... ¿pero te gusta o no? ¿quieres estar con el/ella, o no? Pues respétala tal y como es, y si quieres cambiarla es que no es la persona que estas buscando, quizá esa persona no exista...
El enamoramiento, es sólo una fase por la que pasa una pareja, no se trata de un ideal de vivir en pareja. No debemos vivir el amor como un toma y daca, yo te doy esto porque espero esto otro, no existe una obligación de recompensar al otro u otra para que quede claro que queremos de verdad.
