Opinión

Fiestas en armonía para todos

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Armonía, en una de sus acepciones de la RAE, significa “conveniente proporción y correspondencia de unas cosas con otras”. Nuestras fiestas, para ser armónicas, tienen que encontrar el punto de equilibrio en el que todas las personas se sientan integradas en la proporción que les corresponda, y puedan disfrutar de la fiesta.

Personas con diversidad funcional, de procedencia, sexo, idioma, creencia o posibilidades económicas, deberían tener su encaje en el disfrute festivo. Acomodados en la tradición, sostenemos formas de estar excluyentes, de tiempos monolíticos, y no pensamos en los cambios producidos en nuestra ciudad.

En la Tudela de hace 50 años todos carecíamos de derechos ciudadanos, las mujeres sosteníamos el disfrute familiar ignorando a menudo el nuestro propio, las personas con diversidad funcional no salían de casa, no había ikastola, ni inmigrantes, se imponía una sola religión, un partido único, un pensamiento único, un idioma único. Hoy, afortunadamente,  hay cosas que han cambiado. Sin embargo, ni el lanzamiento del cohete ni el programa de fiestas tienen en cuenta esos cambios, esa diversidad.

Tudela presume de su historia de las tres culturas, pero no mueve un ápice sus tradiciones para adaptarse a la diversidad actual de las gentes que le habitan. Sí había hace 50 años -y vuelve a haber ahora- pobreza. Todo ello: pobreza, diversidad funcional, idiomática, de creencias, de sexos, y cualquier otra, deberían tenerse en cuenta para disfrute de la Tudela plural. Para que ese pluralismo se dé, hace falta entre la ciudadanía tolerancia, respeto concesiones mutuas, ganas de convivir en armonía, y en la institución municipal, ganas de armonizar, de ser árbitros de una partida festiva, de una ciudad, en la que lo importante no sea competir, sino participar con pluralidad. Las fiestas y la gente de Tudela saldríamos ganando:

Felices fiestas 2014.

Zorionak.

Milagros Rubio

Portavoz de I-E