Opinión

Diario Santanero (Episodio 4) - Mis héroes

A veces creo que tengo que hacerme más mayor para ganar en energía festiva. Miro a mi alrededor y veo echar por los suelos mi supuesta juventud.

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photo_camera Jesús Marquina o Supercameraman.

Me decía el compañero Jesús ayer, 27 de julio, que deberíamos contar los kilómetros que hacemos a lo largo del día los fotógrafos y redactores de los medios locales. Sin ir más lejos, el día de Santa Ana probablemente hice más ejercicio físico que en una de esas tardes en las que me acerco al gimnasio (no soy de los que se queda sentado 10 minutos en cada máquina). Absolutamente demencial.

Por esa intensa mañana de 'procesión-encierro-oficina-rueda de prensa-oficina-procesión-oficina-restaurante' caí rendido apenas unas horas después. A los 29 años, uno cree encontrarse preparado para machacar al cansancio físico y mental. Y, sin embargo, miro a mi alrededor y veo constantemente echar por los suelos mi supuesta juventud. Ayer, 27 de julio, me quedé dormido con pañuelo anudado, camiseta y zapatillas incluidas. Instantáneo después de la comida. 

Así que quiero dedicar el diario de hoy a mis héroes. El mismo Jesús es uno de ellos. Comentaba en las redes sociales que había disfrutado mucho del día 26. Estuvo en la procesión de Santa Ana la Vieja (7 de la mañana, casi nada), con su ramito de albahaca en el bolsillo de la camisa. Vio el encierro, fue a la procesión grande de Santa Ana, hizo fotos, vino y volvió durante las dos horas de rigor y asfixiante solana. Tuvo tiempo de estar un rato con su familia y hasta vio los fuegos. Imbatible. Y al día siguiente a trabajar.

Mi otro héroe colabora con Plaza Nueva desde hace unos meses. Es incombustible. Una especie de Sergio Busquets de la cobertura mediática. Toño (no hace falta que os diga el apellido) madruga todos los días para coger sitio en la plataforma crítica del encierro, la siempre concurridísima junto al Hotel Tudela Bardenas, tira sus decenas de fotos, hace lo propio con las vaquillas, coge el portátil y nos las envía para que las tengamos bien fresquitas desde la mañana. Ahí no acaba. Sin soltar la cámara, almuerza, normalmente en La Guitarra, y se lo pasa como un chaval. Creo que podríais oírle reír desde Murchante. Por la noche aún está activo y tiene tiempo de vacilarme con su humor socarrón e inconfundible.

Les he resaltado a ellos pero son muchos. Son Blanca y su omnipresencia fotográfica, Nuria y sus madrugones, Diego, Iñigo... El Hijo de la Carmen volviendo a casa a las tres de la mañana y llegando puntual a su cita con los toros a las ocho, Jesús Marquina y su orquesta de material gráfico, los chicos del Noticias en todos los fregados, el equipo de Cafareles, Ángel Álvaro, los de la tele, los radiofónicos... Son David, Iker y el resto del Team Plaza Nueva. Algunos me pasan unos años, a otros les gano yo en edad, pero a todos los veo como unas auténticas máquinas con tanto aguante. 

Que conste que con esa alusión no os estoy llamando viejos a algunos. Para nada. Al contrario. Esta deriva se asemeja al caso de Benjamin Button. Solo espero que conforme pasen los años adquiera vuestros superpoderes. De momento, creo que mañana necesitaré otra siesta súbita.

A los demás: ya queda poco, no lo desaprovechéis.