Opinión

Tudela no se mueve

Es una auténtica pena la dejadez supina que padece la capital ribera.

El acceso desde Castilla, vía carretera de Corella, parece uno de esos polígonos abandonados que se encuentran ahora tras la gran depresión inmobiliaria. Se encuentra una media rotonda, casi hasta graciosa, ya que con grandes piezas como de Lego se quiere dibujar su perímetro, a la par que se descubre un amplio espacio sin asfaltar o en mal estado, en lo que debería ser una carretera en condiciones con más de un carril en cada sentido, dada su importancia y tráfico rodado.

Sin embargo, Departamento y Ayuntamiento se recriminan su abandono, recordando que la obra que requiere está metida en nadie sabe qué plan quinquenal ni presupuesto.

Y lo mismo ocurre con la Iglesia de San Nicolás cuyo tímpano, joya del románico, se caerá cualquier día sin que a nadie parezca importarle ni su valor histórico, ni cultural, ni los millones pagados al Arzobispado por un bien que, de siempre, ya era de Tudela.

Por otro lado, y vergonzosamente, la Puerta del Juicio de la seo de Santa María la Mayor está esperando nadie sabe qué decisión ni partida, mientras esa Tudela, "la de tus compras", deja pasar de largo su potencial turístico no explotando debidamente sus valores históricos, y echando a gorrazos al visitante, foráneo o no, con un tráfico rodado incomprensible, desmedido y descontrolado, que a nadie parece preocupar, y al que nadie parece querer -o saber- ponerle solución.