Opinión

Segundas vueltas

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Alejada de toda frivolidad, la aún presidenta, Yolanda Barcina, ha recordado el riesgo que entraña el 24-M de llevar a Navarra a una segunda vuelta, que sería volver a partir de cero y atascar la sociedad.

Del mismo modo, Uxue Barkos ha apuntado acertadamente que forzarla si no hay acuerdos “sería un fraude a la democracia”, si nuestros representantes políticos no hacen su trabajo y progresan adecuadamente.

Así, sorprende ver cómo en Andalucía, entretanto, Susana Díaz vuelve a las andadas. En su primer discurso de investidura dio auténtica risa ofreciendo una reducción de un 10% de los altos cargos, como quien compra un kilo de carne picada y la ofrece a los perros en el redil del corral.

A la postre, sigue sin enterarse de que lo que la ciudadanía demanda es gestión, no doctrina ni arengas de púlpito y charanga. Por eso, no podemos sino soñar en sistemas electorales como el francés de las limpias segundas vueltas entre los más votados, o el de las listas abiertas para elegir entre ese marasmo del todo a 100.

Mariano N. Lacarra

Director