Opinión

¡Qué (poco) nivel!

La expresión “¡qué nivel!” es magnífica para alabar, destacar, encumbrar y agradecer la erudición, iniciativa, solidaridad, trabajo, etc. de muchas gentes y acciones concretas, pero, en este momento, lo que se ve es la ausencia del mismo
en la permanente campaña electoral que este viernes 12 ha comenzado oficialmente pero que llevamos padeciendo años, tanto a nivel nacional, como Foral y local.

¡La que nos espera hasta que se constituyan cámaras y consistorios y sepamos a qué atenernos! 

Entretanto, además de frenarse en seco la economía, estamos sufriendo unos dimes y diretes vacíos y absurdos cada vez más sorprendentes e inadmisibles entre las partes. ¿Dónde quedan la equidad, los proyectos, los equipos, el diálogo, el debate y el acuerdo esperados de los representantes públicos? ¡Perdidos en las miserias de las encuestas y los mensajes cortoplacistas que tratan de bebé al votante y de tonto al ciudadano!

Si Ustedes, candidatos varios, no van a hablar con sus rivales, ni piensan alcanzar acuerdos, limar diferencias y avanzar por el bien común... ¿para qué sirven?

Es patético que unos y otros lancen reproches por lo que todos ellos hacen, hicieron o harán, sin duda, cuando alcancen ese malinterpretado “poder”, que en verdad sólo es la delegación de una gestión ejecutiva que está dejando cada vez más que desear, dado el ínfimo nivel tanto de los candidatos como de sus peroratas cada vez más vacías e inútiles.