Opinión

Preocupante fracaso escolar

Responsables de Educación de Aragón, Cantabria, Castilla y León, La Rioja y Navarra se reunieron el miércoles en Pamplona para analizar propuestas e intercambiar experiencias que ayuden a mejorar la enseñanza y el éxito escolar en Educación Primaria.

Allí, Dolores Serrat, consejera de Educación del Gobierno de Aragón, explicó que el fracaso escolar suele asociarse a la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), pero advirtió "que es fundamental adelantar la detección precoz de los problemas de aprendizaje e identificarlos ya desde Primaria para poder tomar medidas cuanto antes", señalando que "en torno al 18% de los alumnos no superan los ciclos de Primaria en el curso que les corresponde", algo que debería preocuparnos a todos.

Así, el encuentro tuvo por objetivo "avanzar en la prevención del fracaso escolar a través de diferentes líneas de trabajo, como la identificación temprana de las dificultades", loable iniciativa que debería ir a más. Y, entretanto, bien se podría activar de una vez el protocolo planteado hace algún tiempo y que duerme el sueño de los justos, en el que se habló de elevar la palabra del profesor a "autoridad", semioficial, porque el primer punto de partida de una educación con un preocupante fracaso escolar debería estar en saber mostrar a los chavales la propia importancia de sus educadores.

Mientras no de eduque en casa y se enseñe en los colegios, no se podrá avanzar, y el fracaso del hogar se seguirá trasladando a unas aulas sin rigor, autoridad, ni medida.