Opinión

Incoherencia colectiva

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Vivimos un tiempo extraño en el que unos pretenden limitar el sueldo, en una absurda búsqueda de ¿Justicia Social?,

mientras otros montan plataformas en apoyo a perros sacrificados. Y, los más, atónitos, se quedan callados, perplejos,

y hasta sorprendidos, sumidos en esta incoherencia colectiva que, a la postre, nos gobierna.

“¡Excalibur asesinado!”, reivindican absurdamente, en una más de las muchas consignas ridículas que se prodigan, hoy por hoy, en nuestra sociedad.

Las más de las veces, estos catecismos estúpidos que repiten los tontos, resuenan tanto, que el común de los ciudadanos termina por aceptarlos como válidos, por aquello del bien quedar o el ‘tenemos derecho’. Parece que a nadie le interesa llamar al pan, pan, y al vino, vino. O lo que es aún peor, da miedo hasta hacerlo porque el común de los mortales te señala como el dedo a la luna.

Desde los populismos progres de guión y salón, hasta el costumbrismo más postural e interesado, nadie se mueve en la foto de abogar por el sentido más común, para no salir mal parado. Y así nos va. De prócer, en prócer, hasta terminar en este sin Dios que vaya Usted a saber en qué quedará.